El abandono de los combustibles fósiles no implica abandonar la energía nuclear de fisión, sobre todo cuando se trata de generar electricidad en áreas muy remotas o tras sufrir desastres naturales u otro tipo de catástrofes. Mitsubishi Heavy Industries trabaja en el concepto de microrreactores nucleares, tan «pequeños» que puedan transportarse en contenedores estándar incluso en camiones pesados.
Cada uno de estos microrreactores de fisión nuclear tendrán una longitud de 12 metros (40 pies), una anchura de 4 metros y una altura de 3 metros, con un peso inferior a las 40 toneladas y un coste aproximado de decenas de millones de dólares. Se trata de un desarrollo de núcleo sólido, sin necesidad de refrigerante líquido, que puede producir en torno a un megavatio de energía térmica o 500 kW de energía eléctrica.
La vida útil de estos microrreactores será de unos 25 años, durante los cuales no hará falta introducir más combustible nuclear, en este caso uranio enriquecido. El fabricante asegura que las necesidades de mantenimiento serán mínimas, que es un sistema seguro y totalmente pasivo, y que es apto para instalarse bajo tierra para evitar riesgos de otro tipo, incluyendo actos terroristas.
En esta diapositiva presentada por MHI a la Organismo Internacional de Energía Atómica vemos su principio de funcionamiento. El núcleo no tiene refrigerante líquido, pero hay un flujo de fluido para captar el calor de la reacción en cadena y mover una turbina para generar electricidad. Combinando varias unidades se puede obtener una producción superior, por lo tanto, es escalable.
La turbina de gas funciona con CO2 supercrítico, tecnología actualmente en investigación. En este estado el dióxido de carbono no es ni un líquido ni un gas, se encuentra en condiciones supercríticas. En otras palabras, condiciones de presión y temperatura en las que un fluido tiene la misma densidad como líquido y como gas.
En una primera fase (2023-2025) MHI va a probar la función de refrigeración -núcleo pasivo- sin combustible nuclear. Superada la misma, en la segunda fase (2026-2030) MHI comprobará con prototipos la operación a largo plazo, incluyendo parada y arranque, sistema de seguridad, parada de emergencia pasiva y aislamiento del contenedor. Si se obtienen las autorizaciones en Japón y terceras naciones, a partir de la próxima década podrán hacerse las primeras entregas de estos microrreactores.
Vía | Nikkei Asia