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Carlos Tavares, CEO de Stellantis, avisa que desde 2025 no habrá baterías suficientes para tantos coches eléctricos

Europa se ha marcado como prioridad estratégica fabricar baterías en el continente, reduciendo la dependencia casi absoluta de Asia. Están anunciándose varios proyectos, tanto de empresas que van a producir baterías para terceros, como de fabricantes que se aseguran la integración vertical y producirán solo para ellos. Sin embargo, todo eso parece que no a a ser suficiente.

El mandamás de Stellantis, Carlos Tavares, es una de las personas mejor informadas de la industria del automóvil. En su intervención en la conferencia «Future of the Car» de este año, el ejecutivo comentó que a partir del año 2025 la producción de baterías va a ser insuficiente, dado el volumen de pedidos que está haciendo el mercado, y que habrá cuellos de botella.

«Puedo anticipar que en torno a 2025-2026 tendremos un suministro insuficiente de baterías, y si no hay un suministro de baterías suficiente habrá una significativa dependencia de Occidente con Asia», comentó. «Esto es algo que podemos anticipar con facilidad». Y Stellantis no es escéptica del coche eléctrico, en 2030 solo van a vender coches eléctricos en Europa, y cuatro plataformas dedicadas están previstas para ello.

Tavares ya ha tenido en cuenta tanto posibles aumentos significativos de la inversión para levantar más gigafábricas europeas de baterías, como a los proveedores japoneses, chinos o surcoreanos. La industria global sigue sin levantar cabeza después de la oleada de cierres y confinamientos que se dieron a partir de 2020 a cuenta del archifamoso coronavirus.

Los fabricantes tienen problemas para atender la demanda y la producción de este año se va agotando marca por marca, hasta Tesla empieza a tener plazos de entrega a partir de 2023. Prácticamente todo va bajo pedido y apenas hay stock. Tavares añadió: «La velocidad a la que todo el mundo está construyendo capacidad [de producción] de baterías posiblemente está en el filo para atender los mercados rápidamente cambiantes en los que estamos operando».

La práctica seguridad de que en la Unión Europea se van a prohibir las matriculaciones de turismos y furgonetas con motores térmicos -incluyendo híbridos- en 2035 alecciona al consumidor y le hace pensar antes de tiempo en un coche eléctrico por si hubiese problemas (llamémoslo inseguridad regulatoria). Eso sigue produciendo presión en la demanda. La oferta sigue en el retrovisor, por detrás. Y visto lo visto, va a seguir así aunque se solucionen los demás problemas de la cadena logística, que no eran precisamente pocos.

Vía | The Guardian

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