Mercedes-Benz avanza los detalles de su nueva plataforma compacta MMA

A partir de 2011 Mercedes-Benz se metió de lleno en el segmento compacto con las nuevas Clase A y Clase B, expandiéndose a otros subsegmentos y llegando a un total de siete variantes. Hicieron mucho volumen (de 1,4 millones en 2011 a 2,3 millones en 2019), pero redujeron el margen por unidad. Mercedes-Benz está preparando la siguiente generación y van a cambiar muchas cosas en sus clases compactas.

Saben que van a vender menos, en 2019 colocaron unas 680.000 unidades de clases compactas, pero van a ir elevando el margen por unidad hasta el 14%. En otras palabras, van a ser más caros y menos accesibles, prevén que el segmento compacto se contraiga en un 25% de 2019 a 2026. La prioridad será la electrificación, ya que la plataforma MMA, que reemplará a la MFA2 de tracción delantera/total, está pensada fundamentalmente para coches eléctricos.

No obstante, sabemos que la plataforma podrá albergar también motorizaciones de combustión interna, así que una posibilidad es que se trate de extensores de autonomía o híbridos en serie, en ambos casos sin una conexión mecánica con el eje tractor principal, lo que facilita mucho el «empaquetado». El prototipo EQXX y sus 1.000 km de autonomía son un aperitivo de las «tripas» que podemos esperar en los nuevos Mercedes compactos.

De las actuales siete variantes de carrocería (A, A Berlina, B, GLA, GLB, CLA y CLA Shooting Brake) se pasará a cuatro, así que tres están condenadas a la desaparición y -ahí va un spoiler– no van a renunciar a los crossover GLx. Baste este dato, en los buenos tiempos la diferencia de precio entre A y GLA alcanzaba los 10.000 euros a igualdad de motorización por una carrocería levantada y un maletero algo más grande.

Si en los últimos años los fabricantes han cambiado el chip y han pasado de hacer volumen puro y duro a inflar sus márgenes, Mercedes-Benz no iba a quedarse atrás en la tendencia. Habrá quienes vean como un movimiento positivo que ya no se vendan Mercedes de tracción delantera con motores de origen Renault K9K (1.5 dCi) y con paquetes estéticos AMG, y todo eso con descuentos. Eso se va a acabar.

Los actuales EQA y EQB, 100% eléctricos, están basados en los GLA y GLB térmicos. A partir de 2024 empezaremos a ver los nuevos modelos compactos de Mercedes-Benz. La marca de la estrella tiene a largo plazo la visión de modelos 100% eléctricos, descartando híbridos enchufables y pila de combustible de hidrógeno, así como desarrollos de motores térmicos.

No obstante, no pueden convertirse en 100% eléctricos ahora mismo ni a corto plazo. Tenemos que acudir al precedente de smart, cuando la tercera generación eliminó los motores de gasolina porque no salía rentable hacerles cumplir las últimas fases de Euro 6. La reducción de volúmenes fue instantánea. La cuarta generación ya es una joint-venture con Geely y con fabricación china, seguramente había fundamentadas razones financieras que justificasen externalizar el riesgo a medias.

Las marcas Premium principales (Audi, BMW y Mercedes-Benz) van a ir reduciendo la oferta de versiones térmicas mientras tengan demanda, y paulatinamente aumentando la oferta de versiones 100% eléctricas, lo cual va a suceder a lo largo de la década. En el momento en que haya versiones térmicas que no sean rentables, pues auf wiedersehen. Mientras tanto, no se renuncia a ese negocio. La palabra clave es flexibilidad.

Los asistentes en persona que escucharon esta información en Mónaco pudieron ver un esbozo de un compacto con silueta coupé, probablemente el que acabe reemplazando a A, A Berlina o CLA (o a los tres) y otros detalles que no han trascendido. También se adelantaron algunos detalles del sistema operativo MBOS, que reemplazará al actual MBUX.