Tesla está ganando más dinero por coche que los fabricantes Premium

Desde que empezó la pandemia de COVID estamos asistiendo a una época curiosa: los fabricantes venden menos coches, pero ganan más dinero. Problemas de oferta por sus proveedores tienen como consecuencia que hay menos coches, y los que hay son más caros. Al haber un exceso de demanda, se han suprimido descuentos, y como le pasa a todo el mundo, la competencia se ha reducido.

Los precios son más altos por leyes fundamentales de la economía. No solo eso, los fabricantes más dependientes de la combustión interna en su peso de ventas tienen márgenes más bajos, mientras los que ofrecen coches eléctricos e híbridos enchufables suelen tener márgenes más altos. No sería el caso de General Motors, a toda regla le corresponden excepciones.

La consultora Ernst & Young (EY) también se ha molestado en calcular cuánto margen se llevan los fabricantes por cada vehículo vendido, comparando las cifras de ventas con los resultados financieros. Tesla es el fabricante más rentable, dado que vende todo lo que fabrica, que eso se hace siempre bajo pedido, y a múltiples medidas de eficiencia. Se acerca al 19,7% del margen bruto.

Los fabricantes japoneses, más escépticos con los coches eléctricos, son menos rentables, pero también hay que decir que han inflado menos sus precios -para regocijo de sus clientes-

Los márgenes se han calculado a partir de los datos de EBIT, es decir, ganancias antes de impuestos y tasas, no con las cifras de beneficios netos, que ya tienen en cuenta los impuestos y las tasas. Entre las múltiples medidas de eficiencia de Tesla podemos citar que solo tienen cuatro modelos a la venta, no hacen descuentos, no invierten nada en publicidad, no hay red de concesionarios en manos de terceros, sus gamas son mucho más simples, etc.

Para los tres principales fabricantes alemanes, que tienen márgenes superiores al 10%, hay muchos más costes asociados a gamas mucho más completas en modelos y opciones, un impacto más alto en sus cadenas de suministro, dependencia del mercado chino, necesidad de gasto en i+D en ingeniería para cumplir normativa de emisiones, el precio de tener fábricas paradas, etc. Les falta todavía terreno para coger a Tesla.

Romper este círculo vicioso es responsabilidad de los proveedores, para que las fábricas vuelvan a estar alineadas con la demanda, vuelva a haber coches y se puedan ajustar precios. Ahora mismo la industria del automóvil tiene la sartén cogida por el mango, el principal perjudicado es el consumidor. Se están acostumbrando a ganar mucho dinero y piensan seguir haciéndolo, pero no a base de volúmenes altos.

Para muestra, un botón, el caso de Mercedes-Benz. Su clase compacta (que da acceso a la marca) va a encoger en volumen y opciones, a la vez que se elevan los precios. Los fabricantes en un sentido general quieren ganar dinero con el software, con que los clientes estén obligados a pagar suscripciones y servicios añadidos (como que las ruedas traseras giren o que el navegador esté actualizado), dando menos opciones para elegir, etc.

¿Quién está haciendo eso ya? Tesla. De hecho, Tesla ha facturado incluso por elementos que no son funcionales en sus coches todavía, como el sistema FSD. La empresa de Elon Musk sigue teniendo una ventaja competitiva incluso en términos de volumen puro, porque nadie fabrica tantos coches eléctricos como Tesla. No es el fabricante que más dinero gana, pero sí el que más gana en relación a los coches que está vendiendo.

A lo largo de esta década veremos una guerra comercial, una vez se eliminen los problemas de producción, en la que volverá a tocar ajustar márgenes, hacer concesiones a los clientes de menor poder adquisitivo, competir, hacer descuentos, automatricular, etc. Como en los buenos tiempos. Si no tienes prisa por comprarte un coche y puedes esperar unos pocos años, mi consejo es holdear esperar. Pagarás menos, seguramente.