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El Tesla Model S cumple 10 años. Un coche eléctrico para la historia

Érase una vez la resucitada fábrica NUMMI en Fremont (California, EEUU), adquirida por un fabricante emergente que se fundó en 2003, Tesla. La fábrica, cerrada en 2010 por sus anteriores propietarios (Toyota y General Motors), se convirtió en el cuartel general de Tesla en cuestión de meses. Las primeras 10 unidades del Tesla Model S se entregaron aquel 22 de junio de 2012.

Por aquel entonces en Tesla trabajaban 1.700 personas (a cierre de 2021 eran 100.000) y 800 estaban en Fremont. El objetivo para el primer año era construir 5.000 unidades del sedán eléctrico y 20.000 al año siguiente. Los primeros 1.000 coches fueron de la Signature Edition, la más cara (105.400 dólares) y exclusiva, por el cual hubo que adelantar casi medio coche: 40.000 dólares. Su primer cliente fue Jeff Skoll, el primer presidente de eBay.

Elon Musk, CEO de Tesla, declaró aquel día que su empresa se puso como objetivo nada menos que demostrar que un coche eléctrico puede ser el mejor coche del mundo. En poco tiempo le quitó el título al General Motors EV-1 como el coche eléctrico más importante de la historia del automóvil de Estados Unidos. Su lanzamiento comercial fue una jugada muy arriesgada, pero que salió bien.

Habían transcurrido tres años desde la exhibición del Tesla Model S Concept (2009), y un año desde que se mostró la versión preliminar a la definitiva, el Alpha Concept (2011), que podemos ver en el vídeo sobre estas líneas. Las reservas comenzaron a abrirse en marzo de 2010, en menos de un mes se captaron 1.000 reservas, y al inicio de la producción en serie ya iban por 10.000. Estas reservas pagadas ayudaron a Tesla a financiarse.

El Tesla Model S cambió muchas cosas en la industria del automóvil, como convencer a los grandes fabricantes que un coche eléctrico podía medirse con berlinas Premium sin ningún motor de combustión. También sirvió para instaurar las reservas como paso previo a los pedidos a fábrica, lo que hoy día está normalizado. Fue el término medio entre un coche exclusivo para millonarios (Tesla Roadster) y un coche eléctrico para las masas -menos de 30.000 dólares-, que acabó siendo el Model 3 y a un precio superior.

En la actualidad el Tesla Model S sobrepasa las 345.000 unidades fabricadas y sigue a la venta tras una profunda actualización en 2021. Ha tenido versiones de propulsión trasera y total con una evolución constante en motores, baterías, tecnología, sistemas de seguridad, etc. Ya se ha convertido en un modelo más de nicho y sobrevive con versiones mucho más exclusivas que las primeras series. No tiene reemplazo a la vista.

Tesla Model S Plaid (2021)

Según las leyes no escritas en la industria del automóvil, se encuentra en su fase de declive, con 21.000 unidades entregadas en 2021. En estos 10 años sus rivales Premium han avanzado una o dos generaciones, pero siguen utilizando motores de combustión. La competencia 100% eléctrica ha empezado a llegar, véase el Audi e-Tron GT o el Porsche Taycan.

Tesla tiene otras prioridades por delante de reemplazarlo, como fabricar más y más. Los lanzamientos a corto plazo de Tesla son el rocambolesco pick-up Cybertruck, el tractocamión Semi, y el ultraexclusivo Roadster. Un reemplazo del Model S podría aparecer de aquí a 2025, ya siendo un modelo especialmente veterano en lo fundamental, por mucho que haya sido modernizado.

Dado que tiene la producción limitada, Tesla se ha enfocado en versiones mucho más caras. La versión básica del Model S en 2012 tenía un precio inferior a 50.000 dólares (49.990 tras obtener el descuento federal de 7.500 dólares). En la actualidad, no podemos encargar nada por debajo del Dual Motor AWD de 104.990 dólares, pero sí por encima, el Plaid de triple motor, 135.990 dólares. Los precios no incluyen los «ahorros potenciales» en gasolina (8.400 dólares) ni ayudas a la compra.

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