Apenas ha pasado un mes desde que BYD anunció la llegada de los primeros autobuses eléctricos de 18 metros de la gama eBus a la Península Ibérica. Esta vez anuncian la llegada de las primeras unidades de eBus de 13 metros como parte de una flotilla encargada por Empresa De Blas y Cía, división española de Arriva, para prestar servicio en Alcorcón.
La ciudad madrileña alberga a más de 169.000 personas y está a escasos 14 kilómetros del suroeste de la capital. La subsidiaria ha encargado además 12 unidades de eBus de 12 metros. BYD describe a los modelos de 12 metros como de piso bajo, y los de 13 metros como de acceso bajo. La flotilla estará en servicio en 2023 en el municipio madrileño.
Las unidades de 13 metros se utilizarán principalmente en los servicios interurbanos desde Alcorcón y Móstoles hacia Madrid, mientras que los eBus de 12 metros se emplearán más en las rutas internas de Alcorcón. Con las baterías LFP de 422 kWh, los eBus pueden recorrer 300 kilómetros por carga.
Respecto a los eBus de 13 metros, BYD describe sus baterías LFP como de «nueva generación», capaces de aumentar la autonomía y la vida útil, aunque no se refieren respecto a qué. En cuanto al autobús en sí, comentan que tiene una estructura interna reforzada, un sistema de aviso de peligros inteligente, así como más seguridad y estabilidad. El sistema de gestión térmica de las baterías (BMS) está adaptado a las particularidades de nuestro clima.
Dado el gran número de líneas urbanas e interurbanas que opera Arriva solo dentro de la Comunidad de Madrid, es de esperar que su flota vaya componiéndose de más unidades eléctricas a medio plazo. Para el que no conozca la empresa, es bastante antigua. Arriva hunde sus orígenes en el Reino Unido en 1938, y desde 2010 es una filial de Deutsche Bahn para el transporte de viajeros en 14 países sin contar Alemania.
Por su parte, BYD es uno de los principales fabricantes del parque europeo de autobuses eléctricos, con más de 200 unidades en servicio solo entre España y Portugal, y acumulando más de 8,5 millones de kilómetros. Esto supondría, de acuerdo al fabricante, haber evitado la emisión de 9.000 toneladas de dióxido de carbono. La producción de los autobuses está localizada en Europa.