¿Quieres estar informado diariamente con las últimas novedades del mundo del motor?

Ahora no Permitir

Las baterías para los Ford Focus Electric en Estados Unidos son escasas y muy caras

Lo normal cuando uno compra un coche con ocho años es que siga funcionando, y que cuando deje de hacerlo, habrá repuestos. No pasa eso con el 2014 Ford Focus Electric, al menos en Estados Unidos, como ha revelado un caso que se ha hecho crecientemente mediático. El fabricante aparentemente se desentiende de uno de sus primeros coches eléctricos.

La historia viene de San Petersburgo, una localidad del Estado de Florida. En otoño de 2021 la familia Siwinski compró un coche eléctrico para la hija de 17 años, Avery, invirtiendo en él 11.000 dólares. El destino del vehículo era que Avery pudiese ir hasta su instituto -desde los 16 años se puede conducir un turismo allí-. El 2014 Ford Focus Electric parecía una buena opción.

Aparentemente era una buena compra, vehículo certificado de concesionario oficial de Ford, unos 100.000 kilómetros y ocho años. Funcionó durante seis meses. Durante ese tiempo no hubo problema: bonito, silencioso, económico de mover, lo cargaban en un garaje particular… Pero empezaron a aparecer las lucecitas en el tablero, el coche «murió» y se llevó a un reparador autorizado, el Auto Nation Ford en Pinellas.

Como muestra el reportaje de la WTSP, resultaron ser las baterías. El coche lleva allí desde marzo y todavía no hay recambios para él. Inicialmente el concesionario dio un precio de 14.000 dólares por las baterías, sin contar la mano de obra. Más adelante resultó no ser un problema de precio, es que directamente no está disponible la referencia de recambio.

Haciendo una búsqueda por nuestra cuenta, la referencia, por existir, existe: 10B759, apta para los Ford Focus eléctricos de marzo de 2012 a abril de 2018, por lo que hablamos del paquete de 23 kWh refrigerado por líquido. El PVP de esa referencia es de 13.031,21 dólares en FordParts.com, y un concesionario de la zona nos la ofrece por unos módicos 17.983,07 dólares. En euros, al cambio, hablamos de prácticamente lo mismo (1 $ ~ 1 €): más de lo que cuesta el coche.

El padre de Avery falleció por cáncer en junio, siendo el abuelo, Ray, el que ha intentado solucionar este problema. La única solución que ha conseguido del concesionario es la recompra del coche por 500 dólares, o lo que es lo mismo, tirar a la basura 10.500 dólares. Y las baterías no se encuentran usadas. Simplemente, Ford no se preocupó de darle respuestos a un coche de ocho años, y por extensión del 2012 al 2018. Eso sí, se puede pedir una carrocería del 1964 Mustang ¡nueva!

Las baterías para los Ford Focus Electric del 2012 al 2018 (23 kWh) tienen un PVP de más de 13.000 dólares

Hemos encontrado -en apariencia- esas baterías más económicas, Ford Parts Giant dice tenerlas por 9.968,88 dólares, y en Discount Ford Parts from Sound Ford esa referencia está por 8.023,34 dólares. Por lo visto, realmente no hay disponibilidad ni stock. Esos coches se fabricaron en su día, se vendieron, y alguien se lavó las manos. Así difícilmente se crea confianza del consumidor respecto a los coches eléctricos.

La semana pasada, Ford reveló su plan maestro para asegurarse baterías para poder fabricar en 2026 unos 2 millones de coches eléctricos al año a nivel mundial: Mustang Mach-e, F-150 Lightning, e-Transit y un futuro SUV europeo. Pero al que se compra un Focus usado que le zurzan. La familia Siwinski ha tirado literalmente el dinero, pero le queda el consuelo de haber hecho ruido.

Discusión aparte tiene que esto en Europa no habría pasado, el coche habría estado en garantía

Este problema lo podemos encontrar en otros fabricantes, las baterías de reemplazo son carísimas, y eso si están disponibles, aunque sean de una tecnología obsoleta y químicas poco eficientes respecto a estándares actuales. Aquí se abre un nicho de mercado para empresas que sean capaces de reemplazar estas baterías a un precio razonable, ya sea con módulos usados o con paquetes compatibles.

El Ford Focus eléctrico también se vendió en el mercado europeo, pero en muy escaso número por su elevado precio -el doble que uno de gasolina- y teniendo en cuenta las alternativas. El número real de afectados es muy pequeño, probablemente a Ford le sale más rentable indemnizar a los clientes cuando les denuncien, a tener una solución para cuando las baterías fallen. A los Siwinski siempre les queda el comodín de poner una demanda.

Este episodio es una versión suavizada de la cultura corporativa de que sale más barato pagar las consecuencias de una mala decisión que ponerle remedio. Como ejemplo de oro, y sin salirnos de Ford, nos acordamos del infame Pinto, con un defecto de diseño que podía ser mortal: en una colisión trasera a baja velocidad el depósito de gasolina se rompía y el riego de incendio era evidente.

Algunos especímenes determinaron en el departamento financiero que era más barato indemnizar a todas las víctimas o sus familias que demandasen al fabricante a llamar a revisión a cientos de miles de unidades del Pinto. Eso no pasaría en la actualidad, pero es un vergonzoso precedente que hay que afearle a Ford. Esta vez no son coches que salgan ardiendo, simplemente se convierten en ladrillos, y que el cliente se busque la vida, o demande, o se aburra.

Por cierto, no os podemos ofrecer versión de Ford porque no la hay. La cadena WLTP la pidió en su momento, y no hubo respuesta.

Fuente | WLTP (accesible mediante caché de Google)

Compártelo: Compartir en WhatsApp Compartir en Menéame