El sector público contribuye de vez en cuando a la popularización de los coches eléctricos facilitando o financiando puntos de recarga. Esto derriba barreras de uso, pero no para todos. La Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos (AUVE) y Cocemfe Burgos denuncian que los nuevos puntos de recarga de Burgos no se han pensado para los usuarios con movilidad reducida o PMR.
El problema no es ni mucho menos nuevo, aquellos que necesitan una silla de ruedas o muletas para moverse tienen una dificultad añadida para emplear los puntos de recarga. Los coches eléctricos pueden ser una elección obvia para ellos, dada la mayor facilidad para conducirlos, y por el bajo coste de uso, por la necesidad que tienen de utilizar un vehículo privado.
El Ayuntamiento de Burgos sacó a concurso público unos cargadores para coches eléctricos y la empresa Zunder se lo adjudicó (antes conocida como Easy Charger), a cambio de un canon de 2.417 euros por cada plaza de aparcamiento, y habrá 40 plazas. Según la empresa, el ayuntamiento impuso el diseño de los cargadores y el tipo de conector, en este caso CCS Combo, y ya eran conscientes de los problemas que se iban a derivar.
Esto presenta varios problemas. Uno de ellos es evidente, los vehículos que tienen un conector de Tipo 2 (Mennekes) o CHAdeMO no pueden utilizar estos puntos de recarga sin adaptadores. Por otro lado, la disposición de los cargadores y la longitud de los cables son un problema para los vehículos con zócalos de carga en la parte delantera, o tendrán que aparcar en contradirección.
Por otro lado, los problemas son los habituales que denuncian los usuarios con discapacidad. Incluso aparcando el coche en el borde de la plaza, que tiene un escalón respecto a la calzada, apenas hay espacio para moverse entre el segundo bordillo y el vehículo. Como colofón, la altura de las mangueras hace muy difícil que alguien en silla de ruedas pueda descolgarlas.
El Diario de Burgos informa que a lo largo del verano se instalarán tres puntos de recarga pensados para los usuarios con discapacidad, con una isleta enrasada con la acera y el bordillo. Se ubicarán en la plaza de Santa Teresa, la avenida de la Paz y la calle Alfonso X, el Sabio. La pregunta que hemos de hacernos todos es por qué no se han diseñado todas las plazas con criterios de accesibilidad, dado que hablamos de construcciones nuevas y de un servicio público.
Fuente | El Diario de Burgos
