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Hengchi, la marca de coches eléctricos de Evergrande NEV, necesita desesperadamente pedidos y financiación

La marca china Hengchi, del fabricante Evergrande New Energy Vehicle Group, está en el vagón de cola en cuanto a éxito comercial se refiere. Apenas han fabricado coches, y eso que llevan meses haciéndolo. Su principal problema es que los proveedores no se fían de su solvencia, la fábrica de Tianjin está de nuevo de brazos cruzados desde ayer porque no hay piezas. Su situación es desesperada.

El Henchi 5 está en fase de preventa desde el 6 de julio con una única versión, a un precio subsidiario de 179.000 yuanes, unos 26.130 euros al cambio. Se pueden reservar por menos de 150 euros (1.000 yuanes), y durante todo el mes de agosto se pueden convertir dichas reservas en pedidos. Los pedidos se formalizan con unos 1.500 euros (10.000 yuanes) que también son reembolsables durante 15 días. A finales de julio decían tener 37.000 reservas, pero dejemos ese dato en cuarentena.

Hace más medio año desde que el primer Hengchi 5 salió de la línea de producción (12 de enero), y en todo este tiempo apenas se han fabricado dos centenares. Básicamente, es un problema de falta de piezas, pero no en el mismo sentido que le ocurre al resto de fabricantes. También es un problema de que la clientela se fía poco de un fabricante en una situación tan débil, sobre todo sabiendo quién está detrás.

Evergrande NEV (por abreviar) es una de las esperanzas del gigantesco grupo inmobiliario Evergrande de salir del atolladero de deuda en el que se han metido durante años. Es un gigante con pies de barro. Pero la división automovilística difícilmente va a prosperar si los proveedores piden que se les pague por adelantado, ya que no se fían. Es un círculo vicioso, si no hay piezas no hay coches ni facturación, y sin facturación no hay dinero.

Si Evergrande se deshiciese de la división automovilística, quemaría una de sus últimas balas de hacer dinero, y aumentar el riesgo de suspender pagos, y por ende provocar un cataclismo económico en China

¿Solución? Más deuda. Evergrande NEV sigue buscando inversores estratégicos que inyecten el dinero suficiente para que las cosas echen a andar. Luego hará falta aún más dinero, porque poner en marcha las fábricas a buen ritmo es muy caro, y eso solo se rentabiliza con un volumen decente de producción. En la prensa local se publicaron rumores de una posible venta o fusión espoleada por las autoridades.

El presidente de Evergrande NEV lo ha negado. Liu Yongzhuo comentó que espera comenzar la producción en masa en septiembre (iba a ser en junio) y entregar los primeros coches en octubre. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el volumen de reservas puede estar muy inflado. En la prensa china se aireó que empleados de la subsidiaria Evergrande Property, que no se dedica a los coches, hicieron reservas reembolsables, algunos hasta cuatro unidades.

En 2020 Hengchi presentó una completa gama de modelos y unos planes de venta exageradamente ambiciosos

Una estrategia muy peligrosa

La historia seguro que os suena, un fabricante emergente de coches eléctricos anuncia unas cifras de reservas superiores a las reales para animar al mercado. En Estados Unidos pasó con Faraday Future y con Lordstown Motors, que se inventaron reservas que no eran tales y sin dinero detrás de ellas. Presuntamente, Evergrande estaría inflando el número de reservas, aunque de forma más disimulada.

¿Qué sentido tiene esa estrategia? Hacer creer al público que el Hengchi 5 es un modelo exitoso y acumula muchas reservas; eso siempre vende más. Los que sí han hecho una reserva y quieren comprarse el coche se sienten incentivados a convertir la reserva en pedido, no vaya a ser que otro lo tenga antes que ellos, y meten 10.000 yuanes (reembolsables 15 días) para que entre dinero en caja, y ese dinero se usa para pagar proveedores, y los proveedores sueltan piezas. En otras palabras, insert coin to continue (*).

Según va aumentando el número de reservas reales, se pueden ir retirando las reservas reembolsables de los falsos clientes, que no tienen intención de comprar el coche, y esto se puede maquillar como algo normal. Sí, en un proceso de reserva reembolsable siempre se echa alguien atrás, y luego se da una cifra de reservas netas. Pero para que este castillo de naipes se sostenga, los clientes de verdad no tienen que tener la sensación de que les van a «tomar por chinos», y que pondrán la pasta pero no tendrán coche.

Vía | CnEVPost

(*): En las máquinas recreativas, cuando el juego se acaba al agotar las vidas o recursos, se puede reanudar la partida metiendo otra moneda, hasta terminar el juego o que el bolsillo se vacíe.

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