Aunque el destino final de las baterías de los coches eléctricos es el reciclaje, antes de eso pueden servir para otros usos, tales como acumuladores de energía o paquetes reacondicionados. Kia se une a la lista de fabricantes que reutilizan baterías usadas -y hacen alarde de ello-. Para ello, Kia se ha asociado con encore, una empresa del grupo Deutsche Bahn, y esta es su primera creación.
Se ubica en el Campus de Berlín-Schöneberg, especializado en transición energética. En este caso, las baterías van a servir para optimizar el consumo de energía renovable del campus -que dispone de placas solares fotovoltaicas-, como parte de una microrred eléctrica, reduciendo la demanda de la red principal. El acumulador consta de 24 módulos de batería, cada uno con 14 celdas dobles, con una capacidad combinada de 72 kWh.
Las baterías provienen de los primeros Kia Soul EV, bien de los prototipos -probados desde 2013- o de las primeras unidades comercializadas. Tengamos en cuenta que entre 2014 y 2016 se vendieron unos 10.000 Kia Soul EV. Dichas baterías tenían una capacidad de 27 kWh, poco para hoy día. Las baterías fuera de uso fueron comprobadas por DellCon en Alemania, módulo por módulo, aprovechando los que estaban en buenas condiciones.
Como acumuladores, estas baterías pueden tienen varias funciones, siendo las más importantes la optimización del autoconsumo (almacenando excedentes de producción), reducir el consumo de la red en horas punta, aportar suministro de emergencia ante caídas de tensión, estabilizar la red y como buffer para recargar vehículos eléctricos sin que haga falta potencia extra.
La disponibilidad de baterías fuera de uso va a irse incrementando según se vaya terminando la vida útil de los coches eléctricos de Kia o sufran accidentes en los que las baterías sobrevivan. Concesionarios de toda Europa irán recolectando las baterías y mandándolas a los socios industriales para que hagan algo con ellas. Y cuando como acumuladores ya no sirvan, se irán a reciclar.
Cuantos más coches eléctricos se venden, más baterías fuera de uso habrá en el futuro, y más capacidad de reciclaje será necesaria. Hay unos años de margen entre la fabricación del vehículo y su final. En Europa la industria del reciclaje es todavía incipiente, pero irá creciendo próximamente porque el negocio a futuro está asegurado. Podemos citar a Hydrovolt y a la americana Redwood Materiales, que estudia su implantación en Europa.