Aunque su presencia en Europa se remonta a 1998, la actividad de BYD en nuestro mercado se ha limitado a nichos como la energía y los industriales eléctricos. Pero este pasado mes de septiembre, el fabricante chino ha dado un paso adelante definitivo con el inicio de las ventas de sus primeros coches eléctricos de forma directa, sin importadores ni intermediarios. Ahora, el grupo ha indicado que buscan dar un paso adelante con la construcción de hasta dos fábricas de coches en suelo europeo.
Ha sido la vicepresidenta ejecutiva de BYD, Stella Li, la que en una entrevista con el diario Reuters ha confirmado que buscan levantar no sólo una instalación, sino hasta dos plantas en Europa. Un movimiento para el que el grupo está buscando el mejor emplazamiento.
El objetivo es dar respaldo al rápido crecimiento de la marca que en los últimos meses está ampliando sus fronteras con el inicio de las ventas de sus coches eléctricos por todo el planeta.
La apuesta de esta nueva generación está protagonizada en Europa por un trio de ases que han llamado la atención de los clientes por su buena relación calidad, prestaciones y diseño. Un paso adelante muy importante por parte de los fabricantes chinos que en cada generación logran mejorar a pasos agigantados.
De momento son siete los mercados en los que BYD está presente directamente: Noruega, Suecia, Dinamarca, Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo y Alemania, donde comercializa tres coches eléctricos, el BYD Atto 3, Han y Tang.
La gran pregunta ahora es dónde situará BYD sus plantas. Algo donde el precio de la energía tendrá que jugar un papel muy importante, al mismo tiempo que el contar con una buena logística y cercanía con los principales centros de ventas.
Factores que otorgan a España dos de tres entre los objetivos, y solo la pobre implantación del coche eléctrico y un mercado interno de los más débiles de Europa, podría restar puntos a nuestra candidatura. Un ejemplo de que vender coches eléctricos no es sólo sustituir coches de combustión por modelos más limpios, sino también poder convertirnos en un emplazamiento atractivo para las nuevas infraestructuras productivas.
