Aunque todavía falta un año para su llegada al mercado, Rolls-Royce continúa desgranando detalles de su primer coche eléctrico, el Spectre. Hace unas semanas la firma británica ya reveló la estética definitiva del vehículo, que se presenta como un coupé de lujo heredero del Wraith, así como algunas de sus especificaciones técnicas.
Este suntuoso automóvil de 5,45 metros de largo anuncia un coeficiente aerodinámico sobresaliente (Cx de 0,25) a pesar de que mantiene las formas rectilíneas típicas de la compañía. Tiene una distancia entre ejes de 3,21 metros y pesa 2.975 kg; además, gracias a la situación de las baterías en los bajos es un 30% más rígido que otros modelos de Rolls-Royce.
«Hemos concebido el programa de pruebas más exigente en la historia de Rolls-Royce. Recorreremos 2,5 millones de kilómetros, una simulación de más de 400 años de uso para un Rolls-Royce, y viajaremos a todos los rincones del mundo para llevar este nuevo automóvil al límite. Veréis estos coches de prueba en las carreteras de todo el mundo. Estad atentos a ellos, estarán a la vista. Se probarán en todas las condiciones y en todos los terrenos».
El Rolls-Royce Spectre tiene tracción total y rinde 585 CV (430 kW) y 900 Nm, lo que le permite completar el 0-100 km/h en apenas 4,5 segundos. Aunque todavía no se ha dado a conocer la capacidad de su pack de baterías (que posiblemente ronde los 100 kWh), sí que se ha confirmado que su autonomía se situará en 520 km WLTP.
El Rolls-Royce Spectre se lanzará a finales de 2023
A nivel de chasis habría que destacar el sistema de suspensión Planar, capaz de desacoplar las barras estabilizadoras para evitar balanceos en línea recta. Tampoco faltan un sistema de ruedas traseras directrices, gracias al cual el radio de giro se sitúa en apenas 12,7 metros, así como la consabida amortiguación adaptativa. El Spectre estrena una arquitectura digital completamente nueva llamada SPIRIT, la cual controla desde el conjunto propulsor hasta la app remota (Whispers).
Estéticamente, el Spectre se percibe como un Rolls-Royce al primer golpe de vista. Los faros a doble altura con el módulo superior formado por una delgada línea LED y el inferior oscurecido recuerdan a los del BMW i7, modernizando el conservador lenguaje de diseño de la marca, si bien el cerco de las ventanillas cromado y los pilotos recuerdan a los del Wraith. Las puertas son de apertura a contramarcha y las llantas tienen 23 pulgadas de diámetro.
En el interior el protagonismo se lo llevan el volante, algo más pequeño y con el aro más grueso que otras propuestas de la empresa, así como los tres paneles del salpicadero (instrumentación digital, pantalla táctil del sistema de infoentretenimiento y display del copiloto).
Fuente | Auto Express
