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BMW comenzará a fabricar coches de hidrógeno a gran escala en 2030

Hace unos días, BMW anunció que ya tenía lista su primera flota de vehículos con pila de combustible de hidrógeno, formada por casi un centenar de iX5 Hydrogen que se utilizarán por todo el mundo para testar sus sistemas en condiciones reales. «Esta experiencia de conducción será la primera oportunidad para que las personas que no participan en el proceso de desarrollo obtengan una impresión directa de lo que ofrece el coche de hidrógeno».

El BMW iX5 Hydrogen equipa un motor eléctrico de 374 CV (275 kW) asociado a una pila de combustible de 125 kW. Sus depósitos de 700 bares están realizados en plástico reforzado con fibra de carbono, siendo su capacidad máxima de casi 6 kg. La firma bávara estima que su autonomía ronda los 600 km, acercándose por lo tanto a los 630 km WLTP del iX xDrive50, un eléctrico de dimensiones similares dotado de unas baterías de 105,2 kWh.

BMW solo tiene planeado fabricar una cortísima tirada de este modelo con fines de prueba. Jürgen Guldner, gerente general del programa, estima que su primer coche de hidrógeno destinado al mercado de masas «probablemente [llegará] en la segunda mitad de la década», pues la marca está «esperando el punto de inflexión [en el desarrollo] de la infraestructura». Este modelo se basará en la nueva plataforma Neue Klasse.

El Parlamento Europeo quiere lograr que, para el año 2028, haya una estación de repostaje de hidrógeno cada 100 km en las principales vías del viejo continente. Sin embargo, es interesante señalar que la industria se está inclinando por utilizar esta tecnología en el sector del transporte pesado (camiones), confiando en las baterías para los turismos.

BMW iX5 Hydrogen

BMW utilizará la plataforma Neue Klasse en sus futuros FCEV

«El despliegue de los coches eléctricos a baterías alcanzará algunos límites, que serán diferentes en cada país. Pueden ser las materias primas. Podría ser la infraestructura». De acuerdo con Guldner, una «minoría significativa» de los automóviles vendidos en Europa podrían tener una pila de combustible, dejando patente que esta solución será una alternativa de nicho.

Aunque el directivo es consciente de que el coste de las pilas de combustible actualmente es alto, señala que esto se debe a los bajos volúmenes de producción y no a las materias primas. «Ya hemos visto una disminución bastante pronunciada de los costes en los últimos años»En su opinión, se alcanzará la paridad de costes con los eléctricos a baterías en la próxima década.

¿Cuáles son los principales problemas a los que se enfrenta el hidrógeno para imponerse en el sector del transporte ligero? Su baja eficiencia energética (supone el doble de gasto en electricidad que cargar directamente un coche eléctrico), la cantidad de espacio que ocupan los tanques, una infraestructura compleja de desplegar y unos costes de producción elevados. A cambio, las pilas de combustible ofrecen unos tiempos de repostaje mucho más rápidos.

Fuente | Autocar

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