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La Comisión Europea confirma el acuerdo con Alemania para la prohibición de los motores de combustión en 2035

Después de un intenso tira y afloja, parece que por fin Alemania ha logrado convencerse de las condiciones que ponía la Comisión Europea para aprobar la norma que prohibirá las ventas de nuevos coches con motor de combustión en 2035. Algo que ha confirmado el vicepresidente de la CE para el Pacto Verde Europeo, Frans Timmermans.

Este ha anunciado hoy sábado el acuerdo logrado con Alemania para el levantamiento de su veto a la prohibición de motores de combustión en 2035.

Y es que Alemania, junto con Italia, ha sido el país más beligerante contra la norma que vetará las ventas de coches térmicos en la UE en 12 años, y también han sido los más ha promovido la alternativa de los combustibles sintéticos.

Sus motivos se centraban principalmente en el posible impacto que tendrá la transición energética hacia sistemas eléctricos para un país con una poderosa industria del motor de combustión. Algo que ha llevado a Berlín ha presionar para defender sus intereses económicos. Y lo ha hecho con cierto éxito por la permanencia de los combustibles sintéticos, que todavía tienen muchas incógnitas por superar.

Esta división también se puede palpar entre las estrategias de los grandes grupos. Aunque el coche eléctrico se lleva el grueso de las inversiones de cara a los próximos años, grupos como Volkswagen apuestan también por los carburantes sintéticos.

Otro de los gigantes industriales de Europa, Stellantis, mantendrá su hoja de ruta con una apuesta total por la electrificación. Algo que esperan les permita adelantar a sus rivales y sacar mayor partido a los fondos Next Generation de la UE, destinados a apoyar inversiones millonarias de los fabricantes de coches en su reindustrialización para la producción eléctrica, o en la construcción de fábricas de baterías.

Por su parte esta semana veíamos como el presidente de Renault, y presidente de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), Luca de Meo, indicaba el elevado coste para la industria automovilística europea de adaptarse a la propuesta actual de la normativa Euro 7, que se sitúa en una horquilla de entre 20.000 y 35.000 millones de euros.

200 euros por llenar un depósito: lo que Alemania no quiere que sepas de los combustibles sintéticos

Según el directivo italiano «Nadie está desarrollando desde cero un nuevo motor de combustión en Europa… Todo el dinero se destina a la tecnología eléctrica o de hidrógeno. Europa y su industria automovilística se encuentran en un punto de inflexión. Los desafíos son enormes, al igual que la presión sobre el sector de la automoción«.

Pero tal vez lo más importantes son las estimaciones de implantación de vehículos que estamos conociendo estos días, y que posiblemente estén detrás de la relajación de la postura alemana.

Según los datos del proveedor líder de datos y análisis para la industria energética, Enverus, los coches eléctricos y los industriales ligeros representarán el 65% de las nuevas ventas a nivel mundial para 2030, y ocuparán el 85% del mercado en 2035.

Algo que se traduce en una cuota de mercado marginal para los coches de combustión, y absolutamente irrelevante para los alimentados por combustibles sintéticos.

Una realidad que supondrá que para finales de la década, antes incluso de la entrada en vigor de esta normativa, ya casi nadie comprará coches diésel, gasolina o híbridos en Europa.

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