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Chile nacionalizará sus enormes reservas de litio

La expansión de la movilidad eléctrica y los sistemas de respaldo de las energías renovables está disparando la demanda de materiales como el litio. Pero los estados propietarios de los mayores yacimientos no quieren correr el mismo riesgo de la maldición de los minerales sufrida por muchos países el siglo pasado, y se están lanzando a proteger su extracción con la nacionalización. Después de México el pasado año, ahora es Chile, la segunda mayor reserva conocida de litio del mundo, la que ha confirmado la nacionalización de su industria.

Así lo ha confirmado hace unas horas el presidente chileno, Gabriel Boric, que ha indicado en una rueda de prensa que esta es una oportunidad de aprovechar sus recursos para sacar partido a la transición energética, y no desperdiciar el potencial económico que esta supone para el país.

«Hoy presentamos una estrategia nacional de litio técnicamente sólida y ambiciosa para construir un Chile que distribuya la riqueza que todos generamos de una manera más justa«.

Esta medida por un lado no supondrá la liquidación de las actuales concesiones, que podrán continuar según las condiciones firmadas en su momento, aunque se animará a las empresas a dar el paso a una colaboración mixta antes de su finalización. Pero si afectará a los nuevos contratos que tendrán que contar con una compresa público/privada para su formación.

Entre las empresas que están actualmente trabajando en Chile están los principales productores de litio del mundo, Albemarle y SQM. El contrato de SQM termina en 2030 y el de Albemarle en 2043. Dos compañías que suministran el metal entre otros a fabricantes como Tesla o LG.

Desde Albemarle se ha indicado en nota de prensa que el cambio en la política de Chile no afectará a sus actuales operaciones ni a sus futuras inversiones.

Un anuncio que tampoco ha provocado cambios en una tendencia a la baja de los precios de litio que se han desplomado más de un 70% desde un máximo de noviembre de 2022 entre otros factores por la sensación de debilitamiento de la demanda en mercados como Europa, y también por el crecimiento de la producción mundial.

Para los expertos, este movimiento podría suponer por un lado aumentar los ingresos para Chile en la explotación de los recursos, una mayor capacidad de control sobre los métodos de extracción y la consiguiente protección ambiental, pero también puede hacer que los inversores se fijen en otros mercados con normativas más beneficiosas.

Algo que para los analistas de la división de consultoría Samsung Securities supondrá beneficiar a mercados como Australia. Actualmente el mayor productor mundial de litio.

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