Cada vez son más los fabricantes que quieren formar parte del lucrativo club de las marcas premium. Este nicho del mercado de gran rentabilidad, cada vez más copado de alternativas, resulta tan atractivo como difícil de conquistar. Por este motivo, solo los contendientes que se atreven a lanzar productos capaces de diferenciarse de la competencia tienen perspectivas de prosperar.
Este es el caso de DS, perteneciente al poderoso grupo Stellantis. Nacida hace nueve años, la firma francesa ha tratado de desmarcarse de sus rivales a través de una propuesta muy personal que huye de la sobriedad típica de los modelos alemanes y japoneses, abrazando un lujo barroco que recuerda hasta cierto punto a las grandes casas de diseño parisinas.
Su principal estandarte es el DS 7, un SUV a caballo entre los segmentos C (compactos) y D (medianos) que actualmente representa el 48,5% de sus matriculaciones en el mercado español. Nada mal si tenemos en cuenta que resulta notablemente más costoso que sus hermanos de gama, los más pequeños DS 3 y DS 4.
Este todocamino, que recibió hace unos meses un ligero restyling, cuenta con una oferta de motorizaciones altamente electrificada, ya que dispone no de una, sino de tres variantes híbridas enchufables: E-TENSE 225 (tracción delantera), E-TENSE 4×4 300 (tracción integral) y E-TENSE 4×4 360 (tracción integral). FCE ha tenido la oportunidad de ponerse al volante de las dos últimas durante su presentación nacional.
Una estética más refinada
El DS 7 es un SUV de 4,59 metros de largo, 1,89 metros de ancho y 1,63 metros de alto. Por lo tanto, podríamos considerarlo indistintamente como uno de los modelos más grandes del segmento C o uno de los más pequeños del segmento D. Aunque su reciente facelift ha sido mínimo en términos estéticos, ha supuesto la introducción de una serie de interesantes novedades.
El principal cambio exterior lo encontramos en las luces diurnas DS Light Veil, que adoptan unas formas más complejas que le otorgan al coche un aspecto más distinguido. Los faros DS Pixel LED Vision 3.0 (disponibles desde el acabado Performance Line +) también son de nueva factura, mientras que la calandra y las DS Wings que la unen a los grupos ópticos se han ensanchado, lo que le da una presencia más contundente.
La única modificación que podemos encontrar en el lateral es una nueva oferta de llantas. En la zaga habría que destacar la desaparición de la inscripción «Crossback» (apellido utilizado con anterioridad por DS para identificar a sus modelos SUV), que ha sido sustituida por «DS Automobiles». Los pilotos son más finos y lucen un atractivo patrón de rombos tridimensionales.
En definitiva, el DS 7 ha ganado un aspecto más refinado y estilizado, adoptando el renovado lenguaje de diseño que estrenó el DS 4 en 2021. Elegante y con algunos toques vanguardistas libres de estridencias, sigue tratándose de una propuesta plenamente actual desde un punto de vista estético.
Lujo sin complejos
Si el exterior del DS 7 resulta relativamente discreto, es en el interior donde marca distancias frente a la competencia. Nuestro protagonista huye del minimalismo, apostando con decisión por las formas elaboradas y una selección de materiales ciertamente llamativa. Si bien no llega a ser ostentoso, sí que resulta más recargado que sus rivales.
Los ajustes se sienten sólidos, y tanto la plancha frontal como la consola central están forradas en tejido. Por ejemplo, en la terminación tope de gama Opera se utiliza cuero Nappa en los paneles de las puertas, el salpicadero y la consola, además de en los asientos, cuyo diseño se inspira en la correa de un reloj. Los huecos portaobjetos están recubiertos de fieltro, y la inmensa mayoría de los plásticos empleados son acolchados.
El sistema de infoentretenimiento es una de las principales novedades del DS 7, pues ahora integra el nuevo DS IRIS SYSTEM. Además de una interfaz rediseñada, también disfruta de un funcionamiento más fluido. La pantalla táctil de 12 pulgadas integra algunos widgets para acceder a ciertas funciones rápidamente. La instrumentación digital configurable también es de 12 pulgadas.
El habitáculo hace gala de varios detalles ciertamente extravagantes; sin ir más lejos, el botón de arranque en forma de rombo se sitúa en el centro del salpicadero. Al accionarlo, un reloj B.R.M motorizado gira sobre sí mismo y emerge sobre el pulsador. Los mandos de los elevalunas se ubican en la consola central, un emplazamiento poco usual y, desde mi punto de vista, no demasiado ergonómico.
La habitabilidad en la segunda fila es buena, pues hay mucho espacio para la cabeza y las piernas. Aunque no va tan sobrado en anchura, la ausencia de túnel central hace más utilizable la plaza central. El maletero cubica 555 litros, una cifra buena.
Con el confort de marcha por bandera
El DS 7 se asienta sobre la plataforma EMP2 del grupo Stellantis, la misma que podemos encontrar en el DS 9 o en el antes mencionado DS 4. Las versiones E-TENSE 4×4 se caracterizan por contar con un tren propulsor que conjuga tres motores (uno térmico y dos eléctricos), lo que les proporciona tracción total y unas prestaciones sobresalientes.
Tanto el 4×4 300 como el 4×4 360 combinan un propulsor 1.6 PureTech turboalimentado de 200 CV con una unidad eléctrica de 110 CV (81 kW) en el eje delantero y otra de 113 CV (83 kW) en el trasero. Sin embargo, la gestión electrónica es diferente.
Como su nombre bien indica, el DS 7 E-TENSE 4×4 300 arroja un total de 300 CV. Completa el 0-100 km/h en 5,9 segundos y puede circular a una velocidad máxima de 135 km/h en modo eléctrico. Su batería de 14,2 kWh le proporciona una autonomía de 63 km WLTP. Carga a un máximo de 7,4 kW en corriente alterna, tardando 2 horas en recuperar el 100% de su alcance.
El DS 7 E-TENSE 4×4 360 llega a los 360 CV, rebajando el 0-100 km/h a 5,6 segundos. El pack es el mismo, pero homologa 62 km WLTP. Respecto a su hermano, cuenta con una suspensión rebajada en 15 milímetros; además, las vías se han ensanchado 24 milímetros en el eje delantero y 10 milímetros en el trasero para mejorar el comportamiento dinámico.
El sistema de tracción total no funciona igual en ambas variantes. Si con el modo 4WD seleccionado el 4×4 300 no detecta pérdidas de tracción en 300 metros, pasa automáticamente a delantera. En caso de deslizamiento, cambia de nuevo a tracción integral. El 4×4 360, además de permitir el uso del modo 4WD hasta 190 km/h (en lugar de 135 km/h), mantiene la tracción permanente.
DS nos preparó un recorrido por pista para demostrar las aptitudes de este sistema fuera de la carretera. Aunque no se trata de un todoterreno (ni lo pretende), en situaciones de baja adherencia la motricidad aportada por la tracción total supone un plus interesante, algo especialmente útil para aquellos usuarios que quieran aventurarse fuera del asfalto (siendo conscientes en todo momento de las limitaciones de un SUV).
En realidad, el terreno en el que el DS 7 brilla con luz propia es en la carretera gracias a su superlativo confort de marcha, uno de sus puntos más destacados. La insonorización está muy cuidada, los asientos con masaje son muy cómodos, y la DS ACTIVE SCAN SUSPENSION le proporciona un rodar imperturbable.
Este sistema de amortiguación, controlado por una cámara que escanea el firme constantemente, ajusta cada rueda de forma independiente en función de las imperfecciones de la calzada. Si bien estas versiones 4×4 hacen gala de unas prestaciones salvajes (sobre todo en modo Sport, que les brinda un buen nivel de dinamismo), el DS 7 no deja de ser un excelente rutero concebido para viajar en primera clase. Debido a la brevedad de esta toma de contacto, no nos fue posible medir de forma realista el consumo mixto y la autonomía en modo eléctrico.
Precio y equipamiento
La gama del DS 7 E-TENSE 4×4 está formada por cinco terminaciones: Bastille, Performance Line, Performance Line +, Rivoli y Opera. A ellas tendríamos que sumar las ediciones especiales Esprit de Voyage y La Première.
| Bastille | Performance Line | Performance Line + | Rivoli | Esprit de Voyage | Opera | La Première | |
| E-TENSE 4×4 300 | 56.500 euros | 57.600 euros | 59.900 euros | 60.500 euros | 63.500 euros | 64.750 euros | |
| E-TENSE 4×4 360 | 64.900 euros | 65.500 euros | 69.750 euros | 75.250 euros |
El acabado Bastille incluye de serie el sistema Lane Keeping Assist, sensores de aparcamiento, llantas de 19 pulgadas, la DS ACTIVE SCAN SUSPENSION, faros EcoLED y el DS IRIS SYSTEM. El Performance Line añade las lunas traseras sobretintadas y la tapicería Alcantara, mientras que el Performance Line + suma a todo esto los faros DS Pixel LED 3.0, la cámara de marcha atrás, asientos eléctricos, barras del techo en negro y llantas de 21 pulgadas en el 4×4 360.
En el caso del Rivoli, las barras del techo son cromadas. Tampoco podemos dejar de mencionar la tapicería en cuero Negro Basalto y el reloj B.R.M. El buque insignia Opera completa la lista con el portón eléctrico, la tapicería en cuero Nappa, los asientos delanteros calefactados, ventilados y con masaje, el cargador inalámbrico para smartphones y el techo panorámico.
Conclusiones
El DS 7 E-TENSE 4×4 es toda una declaración de intenciones por parte de la marca francesa. Más allá de unas prestaciones del primer nivel, inherentes a cualquier modelo de potencia similar, nuestro protagonista tiene las suficientes virtudes como para constituirse como una alternativa sólida dentro del competido sector premium.
Un confort de marcha difícilmente igualable, un habitáculo lujoso y diferente con unos acabados muy cuidados y un sistema híbrido de buen rendimiento (a falta de evaluar en profundidad su eficiencia) dibujan un conjunto muy atractivo que cimenta las ambiciones de DS.
