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Flexpole de Elli, la tecnología que permite superar uno de los mayores obstáculos de la expansión de la carga rápida

La expansión de la red de carga rápida es uno de los pilares para lograr una mayor implantación del coche eléctrico. El problema es que muchas veces además de dificultades como las trabas burocráticas o la lenta respuesta de los suministradores eléctricos, los operadores se encuentran con sistemas eléctricos que no están preparados para atender una carga rápida de verdad. Algo donde las estaciones con batería pueden jugar un papel clave de futuro.

Una de las empresas que más están apostando por esta interesante alternativa es la alemana Elli, parte del Grupo Volkswagen, que este mes ha puesto en marcha su primera estación de carga Flexpole. Un punto de hasta 150 kW  que ha entrado en funcionamiento en una estación de servicio de Shell en la localidad alemana de Gotinga, Baja Sajonia.

Según Elli, la tecnología de la estación de carga Flexpole permite superar uno de los mayores obstáculos de la expansión de la red. Gracias a sus baterías integradas, de 200 kWh y química LFP, los puntos de carga Flexpole pueden incluso conectarse directamente a la red de bajo voltaje, sin la necesidad de un transformador especial o una construcción costosa.

Esto se traduce en que un operador que quiera instalar un punto de esta potencia, 150 kW, tanto para ofrecer el servicio a otros vehículos como para su propia flota, puede conectar la estación a una toma de 10, 20, 30 kW (16 / 32 / 63A) y ofrecer al mismo tiempo carga ultrarrápida. Por supuesto, siempre con el límite que supone la capacidad de la batería y la potencia con la que carguemos la misma.

Un aspecto que incluso permite poner en marcha estaciones temporales para dar servicio en eventos multitudinarios, como conciertos o eventos deportivos.

Esto reduce significativamente el tiempo de instalación, al mismo tiempo que rebaja los costes operativos fijos al poder conectar la estación a una toma de menor potencia, y además ofreciendo una potencia de carga de 150 kW que permite a un vehículo recuperar una autonomía de hasta 160 kilómetros en 10 minutos conectado, y sin apenas impacto en la red eléctrica local.

Gracias a esta configuración, las estaciones de carga se pueden instalar de manera fácil, rápida y flexible, acelerando la expansión de la red de carga rápida pública, incluso en lugares donde la red eléctrica pública no sea la más adecuada para estas potencias. Un aspecto crítico para lograr aumentar la popularidad de los vehículos eléctricos.

Más info | Elli

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