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Este usuario recorre 40.000 kilómetros al año, y ha elegido un Hyundai IONIQ de 28 kWh de ocasión

Hay gente que por cuestiones de trabajo tienen que realizar una gran cantidad de kilómetros diarios. Algo que supone un coste mensual considerable en cuanto a costes de combustible. Es por es que algunos buscan alternativas, y muchas veces no hace falta gastarse mucho dinero para lograrlas. Es el caso de un usuario que ha comprado un Hyundai Ioniq de primera generación para completar sus exigentes recorridos.

Por razones familiares, este usuario debe mantener su residencia lejos de donde está su puesto de trabajo, lo que le obliga a recorrer cada día 215 kilómetros entre ida y vuelta.

Hasta ahora había usado un Dacia Sandero a gas (GLP). Una alternativa más sostenible respecto a los modelos diésel y gasolina, pero que seguía siendo una opción contaminante y bastante costosa lo que le llevó a comenzar un proceso de búsqueda de un coche eléctrico de ocasión.

Su presupuesto máximo era de 15.000 euros, y con esto en la cabeza inició un casting para ver qué opciones le permitirían cubrir sus desplazamientos.

Inicialmente seleccionó 4 modelos: el Hyundai Ioniq, Renault ZOE, Volkswagen e-Up! y el BMW i3. Este último destacaba por superar habitualmente su presupuesto, y las que entraban sucedía lo mismo que con el Volkswagen e-Up. Su autonomía era muy reducida.

El Renault ZOE también fue descartado por razones como que las unidades más económicas contaban con la batería en alquiler. Un alquiler que puede eliminarse comprando la batería, pero que el cliente descartó por lo complicado del proceso. Y de optar por el sistema con su elevado kilometraje, habría supuesto un coste de más de 200 euros mensuales solo en el renting del pack.

También destaca el propietario que el ZOE no se diferenciaba demasiado del Dacia en acabados, lo que terminó por descartar al modelo francés.

Finalmente, a finales de 2021 encontró una oferta muy interesante. Una unidad de primera generación del Hyundai Ioniq a pocos kilómetros de su vivienda. Esta tenía ya 100.000 km en el marcador, pero su precio era de tan solo 13.500 euros. Precio que en Francia pueden reducir en otros 1.000 euros con la ayuda del gobierno a la compra de coches eléctricos de ocasión. Eso dejó el coste neto en 12.500 euros.

Este modelo destaca por factores como su extremada eficiencia, con consumos de 12.5 kWh a los 100 km en autovía durante el verano, y 14 kWh a los 100 km en invierno, pero también por la resistencia de sus baterías. Un pack formado por celdas de LG refrigeradas por aire forzado, que según los análisis del actual propietario después de un año y con ya 160.000 km, la capacidad se mantiene cerca del 100%.

Una de las claves para poder completar 215 kilómetros al día por autovía es que en su trabajo han instalado un punto de carga. Eso si, su jefe no ha querido que haya sensación de trato de favor y este punto puede usarse con un competitivo precio de 24 céntimos el kWh. En casa, este cliente aprovecha una tarifa nocturna para cargar a 10 céntimos de euro el kWh. La media nos indica que el coste es de 17 céntimos el kWh, que con un consumo de 12.5 kWh a los 100 km nos da un coste de apenas 2.1 euros cada 100 kilómetros.

También hay que destacar que a pesar de contar con solo 28 kWh útiles de batería, el Ioniq destaca por su competitivo sistema de carga rápida que le permite mantener potencias de 70 kW entre el 10 y el 83%. Algo que le permite reducir los tiempos de parada.

Eso si, para los viajes más largos, hay que armarse de paciencia y realizar una buena planificación. Pero a pesar de ser un modelo eficiente, 28 kWh dan para lo que dan, y le obligan a realizar un número de paradas muy elevada.

En este caso el propietario realiza una estrategia conservadora, dejando caer la carga como máximo hasta el 10-15% y llegando hasta el 83%. Algo que cuando viaja por autovía en invierno supone tener que pararse unos minutos cada 120 o 130 kilómetros.

Unos viajes que además de la molestia de tener que parar tantas veces, también supone tener que enfrentarse al caos de las redes de carga, cada una con su sistema para iniciar la sesión y realizar el pago, hasta otras que están fuera de servicio, ocupadas por modelos con motor de combustión o eléctricos que no están cargando.

A pesar de todo, este cliente dice que está feliz con su compra y que ahorra cientos de euros cada mes. Además nos deja un consejo y es que para los viajes más largos, ha optado por el tren, para de esa forma poner su granito de arena en la reducción de emisiones contaminantes.

Fuente | AP

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