En los últimos meses estamos viendo como la situación de la industria automovilística europea está dando un giro de 180 grados. Un cambio que además se está produciendo a la velocidad de la luz. Y es que después del shock de la pandemia, que ralentizó la producción, y donde las marcas vieron como la demanda superaba la producción, ahora la situación está cambiando y las ventas están cayendo con fuerza.
Según informa el influyente diario económico alemán Handelsblatt, en los seis primeros meses del año, los principales fabricantes alemanes han visto como la demanda de coches se ha hundido de forma preocupante.
Entre enero y mayo, Volkswagen, Audi, BMW y Mercedes-Benz fabricaron medio millón de coches menos en Europa que en el mismo período de 2019. Algo que supone una reducción de casi el 20%. Una caída que se produce además en un periodo donde las expectativas eran de una fuerte recuperación, precisamente por la restauración de las cadenas de suministro de componentes como los semiconductores.
Los motivos pueden ser varios, y entre ellos destacan factores como la menor demanda de coches por culpa del golpe de la ola inflacionaria, que está provocando un nuevo encarecimiento del coste financiero de la compra de vehículos.
Un aspecto que en algunos lugares clave para las marcas alemanas, como su mercado local, se suma al elevado coste energético. Unos precios de la electricidad que se han mantenido bastante altos incluso después del golpe por la guerra de Ucrania y el precio del gas. Algo que ha aflojado en muchos mercados, pero sigue siendo una losa para los alemanes.
También tiene su efecto el impacto que está teniendo la guerra de precios que ha iniciado Tesla a principios de este año, y que ha tenido su extensión de mano de los grupos chinos que también se han sumado tanto a esta bajada de tarifas, como a su expansión por tierras europeas.
Una expansión de la competencia que no está teniendo mucho efecto en cuanto a ventas todavía, solamente el Tesla Model Y ocupa puestos relevantes en las listas de ventas generales, colocándose cuarto en cuanto a ventas tanto en junio como en el acumulado del año.
Pero otras marcas están ascendiendo de forma bastante rápida. En Alemania destaca MG. La marca británica ahora en manos chinas, ha logrado incrementar sus ventas en ese mercado un 184% en junio, logrando hacerse con el 0.9% de cuota de mercado, y pisando los talones a marcas como Nissan (1%) Citroen (1.3%) o Cupra y Volvo (1.5%).
Pero la confianza de los consumidores también se ha visto afectado por la indecisión de qué modelo comprar, y son muchos los que han decidido esperar tanto a la bajada de los tipos de interés, como al desarrollo de una oferta que está creciendo en número de forma imparable.
Un escenario donde los fabricantes europeos están viviendo con cierta confusión, lanzando propuestas cada vez más costosas, con una cuestionable competitividad técnica, poca imaginación en diseño, y tecnológicamente por detrás de sus rivales.
