En la búsqueda por encontrar nuevos lugares donde colocar los paneles solares y aumenta la cuota de producción de la tecnología, los técnicos han explorado diferentes alternativas, desde tejados, cubrir canales, carriles bici… Pero ahora, un grupo de técnicos ha investigado una alternativa que aprovecha una infraestructura ya construida para poder desplegar fotovoltaica de una forma más económica.
Hablamos de las cercas que se construyen habitualmente en lugares como las granjas, o en algunas propiedades para delimitar el terreno, que están fabricadas con materiales metálicos y que pueden ser una alternativa a las estructuras específicas para reducir el coste de la instalación.
La idea básicamente consiste en colocar un panel solar entre cada poste. La investigación ha identificado hasta tres tipos de vallas, tanto aquellas basadas en listones múltiples colocados entre los postes principales para sostener el alambre de la valla, las que utilizan postes en los que se fijan los alambres o la malla de la valla, y aquellas que utilizan mallas prefabricadas de varios diseños adecuados a cada uso.
Lo habitual, según los responsables del proyecto, es utilizar alambre de acero de alta resistencia y alambres de aluminio, con unas dimensiones diamétricas generalmente entre los 4 mm, 3,15 mm y 2,5 mm para alambre de alta resistencia.
Aunque colocar un panel entre dos postes es una cuestión técnicamente sencilla, el principal reto es saber si la valla será capaz de soportar determinadas condiciones de viento, y el peso extra que supondrá esto cuando cuente con una placa solar.
Es este aspecto, las pruebas realizadas hasta el momento indican que los instaladores deberán prestar especial atención a aspectos como el tamaño de los postes y la distancia entre estos, la propia altura de la cerca, el tamaño de la malla, así como la resistencia de los materiales.
Instalación más sencilla y económica
Los responsables del proyecto han realizado una serie de pruebas de campo utilizando tres paneles PERC monocristalinos de JinkoSolar, cuya instalación ha sido realizada por dos personas, necesitando apenas 7 minutos para la instalación de cada panel.
Lo más interesante es que esta instalación no requiere materiales especiales, usando para ello cuatro sencillas bridas de acero inoxidable por panel, con un coste total de apenas 37 centavos de dólar por placa. Si los módulos varían en potencia de 250 a 500 W, esto supone que el coste de instalación de una cerca existente es menos de un centavo por vatio.
No menos importante es que aquellas personas interesadas en su instalación, podrán realizarla ellos mismos, necesitando solamente a un electricista para realizar la conexión a la red. Algo que, de nuevo, reduce costes y acelera los plazos de instalación.
Una alternativa que tiene sus puntos negativos como la peor orientación de los paneles respecto a estructuras específicas, y la necesidad de desarrollar un sistema que indique la resistencia de cada cerca, para saber si esta puede necesitar refuerzo antes de colocar una serie de paneles.
Pero al mismo tiempo, esta opción abre un universo de posibilidades para la reducción de costes energéticos de las granjas, que podrán poner en marcha sistemas fotovoltaicos con un coste de instalación mínimo.
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