En los últimos meses, la tecnología de las baterías de sodio está viviendo un verdadero despertar después de décadas de desarrollo. Una alternativa al litio, que cuenta con un potencial muy interesante. Ahora, la empresa china Biwatt ha lanzado al mercado la primera batería de sodio para respaldo residencial.
Se trata de un sistema pensado para servir como respaldo a instalaciones fotovoltaicas, que nos permite almacenar los sobrantes para usarlos cuando no haya aportación del sol.
El equipo cuenta con unas medidas de 600 mm x 810 mm x 155 mm y tiene un peso de 60 kilos. La capacidad por unidad es de 3.6 kWh (75 Ah y 48 V) y puede ser colocada en solitario o en paralelo con otras baterías para ampliar la capacidad y la potencia.
Entre las ventajas que nos comentan sus diseñadores, están factores como su seguridad. Uno de los aspectos más interesantes de las baterías de sodio, que cuentan con una mayor estabilidad térmica respecto a las celdas de litio.
Otro aspecto interesante son sus capacidades de carga y descarga, con una tasa de carga de 2 C, que permite en apenas media hora recargarla al completo. Por su parte, la salida puede llegar a 3C, o hasta 6.5 kW de potencia máxima.
Sus diseñadores también destacan el aspecto de la eficiencia, que llega al 97%, y su larga vida útil, que supera los 3.000 ciclos de carga y descarga antes de comenzar a tener una pérdida de capacidad significativa.
La temperatura de funcionamiento es otro de los grandes logros de esta tecnología. En este caso, se indica que la batería de iones de sodio puede alcanzar una salida de descarga de alta potencia a una temperatura de hasta 40 grados bajo cero, con una tasa de retención de capacidad del 80% en esas exigentes condiciones.
El corazón del sistema es una aplicación que permite a los usuarios controlar fácilmente el uso de electricidad en el hogar y adaptar el uso de la batería a las necesidades de cada momento, para lograr una mayor eficiencia.
Entre los puntos que destaca la empresa, está que las baterías de sodio tienen una menor huella de emisiones en su producción, y además, pueden reciclarse con mayor facilidad.
Sobre su precio, desde Biwatt nos han indicado que el coste de momento será similar a una batería de litio de similares características, y que el beneficio del menor coste del sodio llegará cuando la producción logre una mayor economía de escala y cuando esperan que esta química ofrezca una reducción de costes de entre el 30 y el 40% respecto a los sistemas de litio.
Un modelo que nos dicen que tiene como objetivo el mercado europeo, donde comenzará su distribución próximamente.
