Cuando nos vamos de vacaciones, muchos queremos llevarnos de viaje algunos de nuestros ‘divertimentos’ del día a día, y más si vamos a estar varias semanas lejos de casa. Una de estas aficiones puede ser la bicicleta, la cual incluso podemos tener la necesidad de transportarla por culpa de una mudanza o simplemente por un viaje de trabajo.
Si el viaje tiene que ser avión, la cosa se complica. Y si la bicicleta en cuestión es eléctrica, todavía más. ¿El motivo? Principalmente, por el transporte de la batería, la cual en la mayoría de ocasiones está clasificada como mercancía peligrosa según la Asociación de Transporte Aéreo Internacional.
Por razones de seguridad, el transporte de baterías de eBike está prohibido a partir de cierto tamaño: las baterías de litio de 100 Wh o más se consideran mercancías peligrosas, de la misma manera que otras sustancias, y no pueden viajar en el avión, ni en cabina ni como equipaje facturado. Algunas compañías permiten transportar, eso sí, baterías de hasta 160 Wh, por lo que deberás informarte bien con la operadora con la que vueles.
¿Restringe esto el transporte de eBikes en los aviones? No del todo, pero sí que limita nuestras opciones y se convierte en un procedimiento más engorroso. Tenlo en cuenta: sí, podemos transportar y facturar una bicicleta eléctrica en el avión, siempre y cuando no lleve la batería consigo. Si la batería es extraíble, entonces tenemos opciones; si no, olvídate.
Opciones para ‘volar’ con tu eBike
En el caso de que puedas extraer la batería, tienes dos opciones más que viables:
- Enviar la batería por correo terrestre antes de tu viaje en avión. Deberás embalarla de una forma determinada y protegerla bien. También tendrás que rellenar varios documentos de mercancías peligrosas e incluso te pueden pedir documentos originales de la batería. Y ojo: el precio del envío, sobre todo cuando es al extranjero, suele ser bastante elevado.
- Viajar sin batería y alquilarla a tu llegada destino. Cuando planifiques tu viaje, contacta con una tienda del lugar al que vayas e investiga la posibilidad de alquilar la batería para los días que estés allí, ya que algunas empresas ofrecen esta opción.
Existe una tercera opción, un ‘bonus extra’ que comenta Micah Toll en su artículo en Electrek.co. En su caso, ha viajado con una compañía que permitía volar con una batería de menos de 160 Wh a bordo. ¿Cómo lo ha hecho?
En este caso, sacando la batería de su eBike JackRabbit y llevándola consigo en cabina, como puedes ver en este vídeo que él mismo ha compartido en su cuenta de Instagram. Su tamaño es contenido y es como el de un ordenador portátil, un poco más grueso. Micah Toll ve ventajas en su estrategia con este modelo en concreto: aunque una de estas baterías solo ofrezca una autonomía de unos 16 km, una adicional cuesta menos de 200 dólares (185 euros), por lo que se convierte en una opción interesante si se le quiere dar a la bicicleta un uso meramente urbano.
Además, la bicicleta es muy ligera: pesa tan solo 11 kg y la marca ofrece una bolsa específica para transportarla, por 116 euros adicionales. Una bolsa que, como puedes ver en el vídeo, te permite incluso llevar algo de ropa para llevar la maleta de cabina un poco más aliviada. Recuerda embalar y llevar bien protegida tu bicicleta antes de meterla en el avión para no llevarte sustos luego.
El procedimiento en sí, como puedes ver, es de lo más sencillo, si bien es un caso muy concreto con una eBike específica y con una batería pequeña. La gran mayoría de bicicletas eléctricas tienen baterías con capacidades de entre 300 y 700 Wh, lo que las hace inviables de cualquier manera para llevarlas consigo en un avión.
Fuente | Electrek
