El Porsche Macan de segunda generación está prácticamente listo para llegar a los concesionarios. A pesar de que su lanzamiento ha sufrido varios retrasos debido a los problemas experimentados por CARIAD en el desarrollo de la arquitectura de software 1.2, el primer eléctrico del Grupo Volkswagen basado en la plataforma PPE ya ve la luz al final del túnel.
El Macan será un modelo clave dentro de los planes de electrificación de Porsche, ya que el SUV mediano se constituye como una de las propuestas más populares de su gama. Además, sentará las bases del próximo Cayenne eléctrico, que también empleará la plataforma PPE (el 718 utilizará una arquitectura específica, mientras que los próximos Taycan y Panamera harán uso de la SSP Sport).
La presentación del Macan eléctrico tendrá lugar en las próximas semanas, poniéndose a la venta el año que viene. Dada la cercanía de su puesta de largo, Porsche ya no se está molestando siquiera en cubrir con camuflaje las unidades de pruebas durante sus test de desarrollo finales, como atestiguan las fotos que ilustran este artículo.
La nueva generación abandona los faros ovalados de su predecesor en favor de unas ópticas más afiladas similares a las del Taycan. Las funciones de iluminación principales se aglutinan en un segundo módulo integrado en las tomas de aire del paragolpes, una distribución similar a la que encontraremos en el Audi Q6 e-tron, con el que ha compartido desarrollo.
El Porsche Macan eléctrico ha compartido desarrollo con el Audi Q6 e-tron
Su perfil resulta más deportivo, con una luna trasera más inclinada que lo asemeja al Cayenne Coupé. Los tres cuartos traseros son 100% Porsche, con unos hombros muy marcados y una ventanilla de custodia redondeada. Los pilotos siguen estando unidos a lo ancho del portón, si bien su diseño se acerca más al del 911, lo que le da un aspecto mucho más sugerente a la zaga.
La influencia del Taycan también se dejará notar en el habitáculo, donde nos encontraremos con un panel curvado a modo de instrumentación digital sin visera. La pantalla táctil del sistema de infoentretenimiento adoptará un formato apaisado, y los controles del climatizador se ubicarán en un módulo independiente. Opcionalmente, el copiloto podrá contar con su propio display.
La versión más potente de la gama, la Turbo S, rondará los 612 CV (450 kW) de potencia. El sistema eléctrico será de 800 voltios, lo que permitirá al Macan ofrecer unos tiempos de carga muy competitivos (10-80% en apenas 21 minutos). Sus baterías tendrán una capacidad aproximada de 100 kWh, por lo que debería superar los 600 km WLTP de autonomía.
