Creado por Belmont Boatworks en Maine, Estados Unidos, este Solar Sal 24 es un barco eléctrico con cabina con capacidad para 10 ocupantes. Su gran particularidad es que, gracias a los paneles solares que ocupan prácticamente los 7,3 metros de longitud que tiene, puede navegar con electricidad de forma infinita siempre que el día esté soleado.
El Solar Sal 24 ha sido designado como el «primer barco de pasajeros 100% solar inspeccionado por la Guardia Costera de los Estados Unidos». Cuenta con un motor eléctrico y un pack de cuatro baterías de iones de litio de 14 kWh de capacidad. Los paneles solares, cuatro en total de 360 W, aportan una carga solar de 1.440 vatios.
En el caso de navegar de noche o en días nublados, estas baterías aportan una autonomía más que generosa: a velocidad de crucero (5 nudos o 9,5 km/h), alcanza los 72 km; a su velocidad máxima (6 nudos o 11,2 km/h), llega a los 39 kilómetros; navegando a 4 nudos (7,4 km/h) la autonomía se puede ir hasta los 160 km.
Sin embargo, y aquí está la gracia, los mencionados paneles solares en la cubierta permiten a este barco eléctrico navegar únicamente con la energía generada por las células fotovoltaicas durante un día despejado sin tener que recurrir a la electricidad almacenada en la batería, siempre que navegue a velocidad de crucero como máximo. Autonomía eléctrica infinita, siempre que haga sol, claro.
Una gran ventaja que permite a este Solar Sal 24, además, poder atracar o amarrarse donde desee siempre que tenga carga en sus baterías. ¿Su precio? 126.000 euros, una cantidad elevada que, no obstante, contrasta con el millón de dólares para arriba que cuestan algunos de los yates eléctricos solares que ya hay en el mercado.
En el caso de este barco solar, incluye de serie estos elementos de equipamiento: dos sillas de capitán deslizantes con pedestal, asientos de tipo banco con cojín y respaldo para el resto de ocupantes, luces de navegación, de ancla y de techo, mesa, 8 portavasos, cargadores USB, bomba de achique y superficies de deslizamiento en el suelo y cubierta. Opcionalmente, se puede añadir el ancla y soporte, una hélice de proa, inodoro marino, remolque, cerramiento con ventanas, chartplotter (GPS)…
Queda claro que la tecnología eléctrica y solar están para quedarse también en la industria de los barcos. La movilidad por los mares también está cambiando, al menos en las embarcaciones más pequeñas, ya que en grandes barcos el uso exclusivo de la tecnología eléctrica está descartado –de momento– por los altos costes que implicaría.
Fuente | Electrek
