En 2015, Elon Musk aseguraba que Tesla estaba a dos años de lograr la conducción autónoma total. Algo que animó a muchos compradores que en 2017 y 2018 adquirieron sus vehículos pagando el elevado extra para acceder al sistema FSD. Pero el tiempo ha pasado y las promesas se han ido dilatando en el tiempo. Ahora algunos de esos primeros clientes están pidiendo la devolución del dinero pagado.
Como recordamos, cuando Tesla lanzó el Model 3, los clientes podían contratar el pack de Conducción Autónoma Plena que tenía un coste de 8.000 dólares, que se repartían entre los 5.000 del Autopilot y los 3.000 del sistema FSD.
Posteriormente, esta oferta ha ido variando y en Europa Autopilot ha pasado a ser de serie en todos los coches, siendo opcional los sistemas de Piloto Automático Mejorado, y la Conducción Autónoma Plena. Un pack que ahora mismo en nuestro mercado tiene un coste de 3.800 y 7.500 euros respectivamente.
El problema es que los primeros clientes que han pagado por el sistema, nunca podrán disfrutar de él. Principalmente por una cuestión técnica, ya que las unidades de primera generación necesitan cambios de su equipamiento físico, cámaras, ordenador, para poder llegar al máximo nivel actual.
Es por eso que algunos clientes están comenzando a denunciar a la marca para reclamar su dinero.
Es el caso de Ed Butler. Un británico que en 2019 ha comprado un Tesla Model 3, pagando las 5.800 libras (6.680 euros) que costaba el sistema de conducción autónoma plena. Una opción que nunca ha llegado a ofrecer los resultados que el fabricante anunciaba.
A la vista de esto, el cliente comenzó a preparar una demanda contra Tesla por no cumplir con su contrato, basando su reclamación en la Ley de Derechos del Consumidor de 2015, sección 11(1), que indica que todo contrato para suministrar bienes por descripción debe garantizar que los bienes coincidan con dicha descripción. Como había pedido el coche directamente desde el sitio web de Tesla, argumentó que la descripción de su sitio web era una parte integral del contrato.
Antes de presentar la demanda, el propietario del Model 3 envió una carga a Tesla ofreciendo arreglar el problema de forma privada. Pero la marca se negó a llegar a cualquier acuerdo, dejando solo la vía judicial.
Después de unos tira y afloja, donde Tesla llegó a admitir su culpa, pero negándose a afrontar cualquier indemnización, finalmente el caso se encaminó a ser tratado por el juzgado. Un momento que sí ha hecho reaccionar a Tesla, que envió una propuesta de acuerdo extrajudicial.
Pero esta no le gustó al cliente, por contener cláusulas como una de no asesoramiento, y una cláusula de confidencialidad. Ambas rechazadas por el propietario del coche, que quería compartir su historia con otros propietarios, tal como ha hecho en el Club de Tesla.
Al final, después de algunas negociaciones, Tesla aceptó eliminar las cláusulas y el caso se resolvió de forma privada, recibiendo el cliente tanto la devolución del dinero pagado en su momento, las 5.800 libras, así como una compensación adicional de 2.215,22 libras. También se eliminó el sistema FSD de su vehículo.
Algo que abre la vía a que otros clientes pidan también la restitución de su compra, que en algunos casos ha llegado a cifras incluso superiores a las pagadas por este cliente.
