La historia que vais a leer, y que ha sido revelada en el New York Times, daría sin duda para una serie en Netflix. Lukasz Krupski fue empleado de Tesla hasta el año 2022, momento en el que fue despedido por mala conducta.
Hasta aquí puede parecer un caso de despido más… pero no. Para entenderlo todo en su conjunto, hay que remontarse a marzo de 2019, cuando un equipo de técnicos de Tesla preparó la entrega de varias unidades a clientes en Noruega.
En ese momento, se produjo un incendio en un dispositivo de carga modificado por otro empleado de forma un tanto peligrosa: Krupski, polaco de nacimiento, utilizó sus propias manos para sacar el cargador de debajo de un Model 3 y los cables que se estaban derritiendo, sufriendo quemaduras graves.
Todo un héroe en la marca, hasta el punto de recibir un correo electrónico del mismísimo Elon Musk: «¡Felicitaciones por salvar el día!». Nuestro protagonista aprovechó la ocasión para seguir intercambiando mails con el CEO de la marca para comentarle los problemas de seguridad que había notado en Noruega, con materiales inflamables tirados por el lugar, sin extintores…
«Está bien, avísame si todavía hay algo que debamos hacer», le contestó Musk. A posteriori, los compañeros y jefes directos de Krupski empezaron a ver con malos ojos esos mensajes y las preocupaciones de seguridad que mostraba. «Acosado y amenazado», indica en una entrevista para el NYT. ¡Incluso otro empleado llegó a amenazar con apuñalarlo por la espalda con un destornillador!
Krupski se la devuelve a Tesla, y de qué forma
En 2022, Lukasz Krupski, otrora héroe en Tesla, fue despedido y acusado de ser influencia negativa para los compañeros, de mala gestión y por tomar fotografías en las instalaciones, algo prohibido.
Según Krupski, se estaba utilizando una mesa para bajar un paquete de baterías con un límite de peso inferior al peso real de estas, poniéndose en peligro la seguridad de los trabajadores. Sin embargo, lo que hizo después traspasó los límites, hasta el punto de que se enfrenta a posibles demandas por parte de Tesla.
Y es que nuestro protagonista, ni corto ni perezoso, frustrado por la situación generada, empezó a filtrar una gran cantidad de datos internos al periódico alemán Handelsblatt, incluyendo datos confidenciales del personal de Tesla, información sensible sobre los problemas de la marca con el software Autopilot y de las dificultades para sacar adelante el proyecto Cybertruck, que acumula varios años de retraso.
A former Tesla employee, who said he was harassed, threatened and eventually fired after expressing safety concerns, leaked personnel records and data about the company’s Autopilot driver-assistance software, including thousands of accident reports. https://t.co/dZJRaggkAI
— The New York Times (@nytimes) November 10, 2023
Krupski ha sido incluso entrevistado por la NHTSA (la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras en Estados Unidos) al respecto de la investigación sobre el sistema Autopilot. Mientras tanto, la Autoridad de Protección de Datos de los Países Bajos, donde Tesla tiene su sede en Europa, investiga también si se violaron las leyes de privacidad.
Por su parte, el polaco pretende demandar a Tesla por una compensación, pero no se puede pagar un abogado que le defienda. Hay que recordar que en Estados Unidos, otro ex trabajador enfadado con Tesla, demandó a la marca en un tribunal federal de California por motivos similares; sus abogados están esperando la aprobación de un juez para llevar el caso como una demanda colectiva en nombre de miles de empleados de la marca.
