El Ministerio de Finanzas francés ha desmentido categóricamente las informaciones publicadas en los últimos días por la prensa italiana que apuntan a una posible fusión de Renault y Stellantis. De acuerdo con los medios transalpinos, el Estados francés (que es accionista de ambos grupos) estaría evaluando esta unión para fortalecer su industria frente a la competencia china.
El presidente de Stellantis, John Elkann, también negó estos planes el pasado lunes. Los rumores tomaron fuerza la semana pasada después de que Carlos Tavares, CEO de Stellantis, dejara caer en una entrevista que el fabricante podría unirse a otro grupo en el futuro, algo que aparentemente no entra en las ecuaciones del gobierno galo.
Stellantis ya cuenta con 14 marcas en su cartera (Abarth, Alfa Romeo, Chrysler, Citroën, Dodge, DS, FIAT, Jeep, Lancia, Maserati, Opel, Peugeot, RAM, Vauxhall), a las que deberíamos sumar la china Leapmotor, de cuya distribución en Europa se encargará el conglomerado franco-italiano. La mayoría de expertos coinciden en que este porfolio ya es de por sí muy difícil de gestionar como para expandirlo todavía más.
Francia mantiene su apoyo a la estrategia implementada por Luca de Meo, CEO de Renault, basada en la creación de alianzas con diversos actores del sector con el objetivo de compensar su menor escala frente a rivales como la propia Stellantis. Entre sus socios podemos encontrar a Geely, Mitsubishi, Nissan, Aramco, Google, Qualcomm…
Renault podría asociarse con Volkswagen para desarrollar una nueva familia de urbanos eléctricos
Además, la firma del rombo se encuentra negociando con Volkswagen para el desarrollo de una familia de urbanos eléctricos low-cost a partir del próximo Twingo E-TECH, que verá la luz en 2026. Esta hipotética asociación permitiría a ambas empresas lograr unas sinergias y una reducción de costes que serían imposibles de alcanzar trabajando por separado.
Hace apenas unos días, Renault canceló la salida a bolsa de su división de coches eléctricos y software, Ampere, debido tanto a las condiciones actuales del mercado bursátil como a los buenos resultados obtenidos en 2023, que garantizan su capacidad para financiar sus futuros proyectos.
De Meo aspiraba a lograr una cotización de 10.000 millones de euros para su nueva unidad; sin embargo, en los últimos meses todo apuntaba a que se quedaría por debajo de los 5.000 millones de euros. A finales del año pasado la compañía ya advirtió de que, si su valoración resultaba demasiado baja, se cancelaría la operación, algo que ha terminado ocurriendo debido a la lenta evolución de las ventas de coches eléctricos y a la incertidumbre política en Estados Unidos y Europa.
Fuente | Automotive News Europe
