Un ataque incendiario paraliza la Gigafábrica de Tesla en Berlín. ¿Cómo afecta a la marca?

La Gigafábrica que Tesla tiene a 30 kilómetros al sureste de Berlín, la única de la compañía en Europa y en la que se da empleo a más de 12.000 personas, está completamente paralizada hasta la semana que viene por culpa de un sabotaje eléctrico producido durante este martes día 5. El ataque incendiario a una torre de alta de tensión cercana a la fábrica ha dejado sin suministro a toda la planta, además de los pueblos cercanos.

La fábrica se evacuó sin problemas y sus trabajadores fueron enviados a sus casas sin fecha todavía de retorno, ya que se espera que las operaciones no se retomen hasta, como pronto, la semana que viene. Así lo ha asegurado André Thierig, director de la planta, en declaraciones recogidas por Automotive News Europe. Según sus estimaciones, esto le costará a Tesla una cifra «de nueve dígitos de euro».

«Miles de personas se han visto privadas de su suministro básico y puestas en peligro. El Estado de derecho reaccionará ante tal acto de sabotaje con la mayor severidad. Esto tendrá consecuencias», aseguró el ministro del Interior del estado de Brandenburgo, Michael Stuebgen, en un comunicado.

Hospitales y residencias, además de las viviendas, han sufrido también los daños colaterales de este acto vandálico, que ya ha sido reconocido por el grupo llamado Volcano Group (Vulkangruppe). «Hoy saboteamos a Tesla. Ellos consumen tierra, recursos, personas, trabajadores y, a cambio, escupen 6.000 SUV, coches asesinos y camiones monstruo cada semana», dijo el grupo en una carta atribuyéndose la responsabilidad del incendio.

En este punto, conviene contextualizar la situación: más allá del rechazo de muchos vecinos de la zona contra la Gigafábrica de Tesla en Berlín, desde sus inicios allá por 2019, la llama se ha avivado después que la marca solicitase una ampliación de sus instalaciones. Los vecinos votaron en un referéndum público no vinculante en contra de esta ampliación, que supondría talar unas 100 hectáreas de bosque.

Además de todo esto, se llevan produciendo varias protestas presenciales en la zona, con casi un centenar de activistas medioambientales acampados frente a las instalaciones de Tesla. La decisión de si dar los permisos para la ampliación de la Gigafábrica de Tesla está ahora en el tejado de los políticos.

Por su parte, Elon Musk no tardó en reaccionar en redes sociales a un nuevo ataque (en 2021 ya hicieron caer el suministro de energía de la fábrica), concretamente en su red social, X: «Estos son o los ecoterroristas más tontos de la Tierra o son títeres de aquellos que no tienen buenos objetivos ambientales. Detener la producción de vehículos eléctricos, en lugar de vehículos de combustibles fósiles, es una extrema tontería».

Fuente | Automotive News Europe