Alemania quiere mantener vivo el motor de combustión interna tras 2035 con los e-fuels… a pesar de que son un sinsentido energético y económico

Alemania quiere mantener vivo el motor de combustión interna tras 2035 con los e-fuels… a pesar de que son un sinsentido energético y económico
Los combustibles sintéticos serán una alternativa muy minoritaria, según la mayoría de expertos

5 min. lectura

Publicado: 10/04/2024 16:17

El ala liberal del gobierno alemán, constituida por miembros del FDP (Partido Democrático Liberal), continúa inmersa en su cruzada contra los planes de la Unión Europea para prohibir la venta de automóviles nuevos con motor de combustión interna a partir de 2035… a pesar de que los propios fabricantes europeos apoyan esta medida.

«Deberíamos […] centrarnos en la apertura tecnológica. Los combustibles sintéticos y los biocombustibles también son una forma de ser respetuosos con el clima», ha declarado el ministro de Finanzas germano, Christian Lindner, en una reciente entrevista concedida al periódico Augsburger Allgemeine.

El año pasado, el gobierno alemán ya forzó in extremis a la Unión Europea a contemplar una excepción para los e-fuels, una maniobra que pilló a todo el mundo por sorpresa y fue muy criticada por otros Estados miembros, ya que el país había dado meses antes su visto bueno a los objetivos comunitarios.

Según el ministro, debe ser el mercado el que decida qué es viable y qué quieren los consumidores. También ha confirmado que el gobierno federal utilizará la política fiscal para apoyar los combustibles sintéticos y los biocombustibles, dos tecnologías que ningún fabricante se plantea utilizar en coches nuevos con excepción de marcas de lujo como Ferrari o Porsche; de hecho, grupos como Stellantis han pedido explícitamente a las autoridades que apoyen la movilidad eléctrica para dar estabilidad y certidumbre al sector.

Planta piloto dedicada a la producción de e-fuels para Porsche en Chile

¿Un derroche de recursos?

Lo que Lindner no cuenta es que los combustibles sintéticos son una solución costosa y energéticamente ineficiente que además no solventa el problema de las emisiones de NOx y partículas en las ciudades. De acuerdo con un informe publicado por Transport & Environment, un conductor alemán pagaría de media 210 euros por llenar su depósito utilizando e-fuels, puesto que podrían costar más de 2.80 euros/litro (un 50% más que la gasolina convencional).

El principal problema de estos carburantes, que se obtienen a partir de hidrógeno verde y dióxido de carbono recapturado, es su bajísima eficiencia energética: mientras que los eléctricos a baterías aprovechan el 77% de la energía renovable desde su generación, los modelos térmicos alimentados por gasolina sintética se quedan en un ridículo 16%.

Porsche

Alfonso de las Heras, asesor de Hidrógeno y Sintéticos en Repsol Technology Lab, estimaba hace unos meses que «a partir de 2030-2050, los costes [de los e-fuels]» estarán «en dos o tres euros el litro». Además, un informe elaborado por Concawe señala que, en el mejor escenario posible, los e-fuels apenas podrían alimentar a 5 millones de los 287 millones de vehículos que habrá en circulación en la Unión Europea para 2035 (un 1.75%).

Impulsar la fabricación de automóviles térmicos tras 2035 aumentaría el consumo de petróleo (y con ello las emisiones) de la flota preexistente, pues no habría suficiente combustible sintético para todo el parque. De usarse los e-fuels en modelos nuevos, los vehículos que ya están en la carretera quemarían 135.000 millones de litros adicionales de gasolina fósil.

Estación de servicio Repsol

«El canciller Scholz está amenazando con poner la zancadilla al Green Deal en aras de salvar los motores de combustión contaminantes. El mayor coste de los combustibles sintéticos significará que solo los ricos podrán pagarlos, mientras que todos los demás podrían verse obligados a usar gasolina fósil en su lugar. Los automovilistas y el clima serán los perdedores», afirmaba el año pasado Alex Keynes, gerente de vehículos limpios de Transport & Environment.

«En última instancia, los combustibles sintéticos no serán más que una solución de nicho para los conductores de Porsche. Pero al socavar la claridad de la eliminación gradual del motor en aras de un combustible caro y contaminante, Scholz está arriesgando la transición ecológica de Europa y el futuro de su industria automovilística«.

Fuente | Automotive News Europe