China activa la "batería de aire" más grande del planeta: ocupa como 40 campos de fútbol y es clave para su transición energética

China está a punto de estrenar en el desierto del Gobi la mayor batería de aire líquido del mundo. Un sistema pensado para almacenar excedentes de las renovables y devolverlos a la red cuando la demanda lo requiere. Una solución clave para mejorar la estabilidad del sistema eléctrico.

China activa la "batería de aire" más grande del planeta: ocupa como 40 campos de fútbol y es clave para su transición energética

Publicado: 30/12/2025 08:18

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China está a punto de poner en marcha la mayor batería de aire ultrafrío del mundo en pleno desierto del Gobi. Un proyecto tan ambicioso como poco conocido, que busca resolver uno de los grandes retos de las energías renovables: qué hacer con la electricidad cuando sobra y cómo recuperarla cuando hace falta.

La instalación, situada en las afueras de Golmud, en la provincia noroccidental de Qinghai, llama la atención desde el aire por una hilera de enormes tanques blancos. En su interior se esconde una tecnología tan sencilla de explicar como compleja de ejecutar: comprimir aire y enfriarlo hasta convertirlo en líquido. Para lograrlo, el sistema baja la temperatura hasta unos -194 grados centígrados. A ese nivel extremo, el aire pasa a estado líquido y puede almacenarse durante largos periodos.

Cuando llega el momento de recuperar la energía, el proceso se invierte. El aire líquido se calienta, vuelve a su estado gaseoso y se expande más de 750 veces su volumen original. Esa expansión es la clave, ya que mueve turbinas que generan electricidad, de forma similar a una central convencional, pero sin combustibles fósiles de por medio.

La mayor batería de aire líquido del planeta

China pone en marcha la mayor planta de almacenamiento de energía mediante aire líquido jamás construida

El proyecto, conocido como Super Air Power Bank, está prácticamente listo para entrar en funcionamiento. Ha sido desarrollado por China Green Development Investment Group junto con el Instituto Técnico de Física y Química de la Academia China de Ciencias. Según diversas fuentes locales, se trata de la mayor planta de almacenamiento de energía mediante aire líquido jamás construida.

Su capacidad, sobre el papel, impresiona. En cada ciclo de descarga puede entregar hasta 600 MWh, manteniendo una producción continua durante unas 10 horas. A lo largo de un año, se espera que genere alrededor de 180 GWh, una cantidad suficiente para abastecer a unas 100.000 viviendas.

El objetivo principal de esta instalación no es producir electricidad de forma constante, sino almacenar los excedentes que se generan cuando las condiciones son favorables, especialmente en parques solares y eólicos. Cuando el consumo sube y la producción renovable cae, la batería entra en acción y devuelve la energía a la red.

No es un problema menor. Como explicaba Wang Junjie, investigador del Instituto Técnico de Física y Química, la generación fotovoltaica y eólica es por naturaleza aleatoria, variable e intermitente, lo que provoca picos y valles de producción que ponen en aprietos a la red eléctrica. Sistemas como este buscan suavizar esas oscilaciones y aportar estabilidad.

China pone en marcha la mayor planta de almacenamiento de energía mediante aire líquido jamás construida

El funcionamiento interno del complejo parte de un principio claro: aprovechar la electricidad que de otro modo se desperdiciaría. Cuando hay excedentes, se alimentan grandes compresores que limpian el aire, lo presurizan y lo enfrían hasta licuarlo. Ese aire líquido se almacena en los tanques hasta que se necesita.

Para liberar la energía, el aire se calienta de forma controlada. Al expandirse, mueve un sistema de expansión acoplado a un generador eléctrico. En este caso concreto, la planta se nutre de un parque fotovoltaico cercano de 250 MW, que se extiende por el desierto del Gobi y proporciona la electricidad necesaria para el proceso de carga.

Uno de los datos más interesantes del proyecto es su rendimiento. Según Wang, el sistema alcanza más del 95% de eficiencia en el almacenamiento en frío, mientras que la eficiencia total del ciclo completo supera el 55%. En otras palabras, consigue recuperar una parte importante de la energía invertida, reutilizando calor y recursos que normalmente se perderían.

Aunque China va claramente en cabeza con este tipo de infraestructuras, no es el único país que apuesta por el almacenamiento mediante aire líquido. Corea del Sur ya ha logrado poner en marcha su primera instalación de gran escala, capaz de producir el equivalente a 10 toneladas diarias, y en el Reino Unido se espera que una planta en Carrington, cerca de Mánchester, esté terminada en 2026 y comience a operar un año después.

Todo apunta a que este tipo de soluciones jugarán un papel clave en el futuro energético, especialmente en un escenario donde las renovables ganan peso y la necesidad de almacenar grandes cantidades de electricidad se vuelve cada vez más urgente.

Fuente | Cgtn

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