Los datos muestran que los coches eléctricos son mucho más fiable que los de combustión
De vez en cuando nos encontramos con estudios que intentan desvirtuar una de las principales características del coche eléctrico. Su mayor fiabilidad. Algo que no tiene nada de esotérico, sino una simple cuestión de contar con muchos menos componentes, y estos son mucho más sencillos desde el punto de vista mecánico. Apenas hay piezas móviles, lo que favorece que haya menos averías. Algo que constata el último informe del Club del Automóvil de Alemania (ADAC).
Ante la pregunta de si los coches eléctricos son más propensos a sufrir averías que los motores de combustión, el ADAC ha realizado una recopilación de datos de miles de vehículos en los últimos años que les ha permitido por primera vez dibujar con mayor fiabilidad un escenario claramente favorable a los eléctricos.
Uno de los principales problemas hasta ahora es que apenas había datos. Los coches eléctricos más antiguos y de volumen apenas llevaban cinco o diez años en el mercado como máximo. Por ejemplo, en el análisis del pasado año la comparación todavía se limitaba a los vehículos matriculados por primera vez en 2020. Este año se ha agregado el primer año de registro 2021 como período comparativo.
Sin embargo, cuando se comparan coches con propulsión eléctrica y coches con motor de combustión, surge un problema: según la Autoridad Federal de Transporte por Carretera, la edad media de todos los coches matriculados en Alemania es de diez años. Sin embargo, todos los vehículos eléctricos evaluados están por debajo de esa media. Dado que la probabilidad de averías aumenta con la edad de los vehículos, una comparación de la susceptibilidad a averías entre los vehículos eléctricos y los motores de combustión en toda la flota sería injusta.
Por lo tanto, el ADAC solo ha comparado los motores de combustión (diésel y gasolina) y los modelos eléctricos puros (BEV) con los primeros años de matriculación 2020/2021.
Los coches eléctricos son mucho más fiables que los de combustión
El resultado de los análisis de los datos es que los coches eléctricos siguen siendo menos propensos a sufrir averías que los modelos con motor diésel o gasolina.
Para los vehículos con matriculación en 2020, la brecha entre los coches eléctricos y los de combustión se mantiene aproximadamente al mismo nivel que el año pasado: por cada 1.000 vehículos matriculados, los vehículos eléctricos tienen 1,9 averías menos que los motores de combustión. Para los vehículos a partir de 2021, los vehículos eléctricos pueden ampliar esta ventaja a 3,6 averías.
Otra pregunta es en qué puntos concretos los coches eléctricos funcionan mejor o peor que los motores de combustión. También si existen razones fundamentales para una mayor o menor probabilidad de avería, y cuáles son los componentes son más susceptibles a fallar.
Las averías más habituales en ambas tecnologías se centran en la batería de arranque. Un elemento común que sigue siendo un quebradero de cabeza para unos propietarios que necesitan cambiarla por avería o por descarga.
El segundo problema más común son problemas en los neumáticos. A esto le siguen el alternador, el motor de arranque, el sistema eléctrico interno y la iluminación, que se agrupan en un grupo de causas. Este problema está presente más o menos por igual en los coches eléctricos y en los motores de combustión (0,1 por mil de diferencia). Los componentes de carrocería, propulsión, frenos y chasis se mantienen sin diferencias significativas.
Como vemos en el gráfico inferior, la totalidad de los elementos a comparar son menos susceptibles de sufrir averías en los coches eléctricos. Especialmente importante la cuestión de la fiabilidad mecánica, «Motor, Motormanagement, HV-System» donde los coches eléctricos apenas tienen una avería de 0.2 coches cada 100 unidades por las 1.2 de los de combustión.
El resultado es que en 2020, cada 1.000 coches analizados, los diésel y gasolina tenían una tasa de fallo de 9.5, por los 7.6 de los eléctricos. Unas cifras lastradas por los muchísimos problemas de las baterías de 12 V que han sufrido por el parón de la pandemia.
Pero apenas un año después, ya superado el problema de la pandemia, la tasa ha pasado a 6.4 para los de combustión y apenas 2.8 fallos cada 1.000 coches para los eléctricos.
Entre las otras conclusiones del estudio está que los coches eléctricos son un territorio relativamente nuevo para los fabricantes, por lo que todavía hay margen de mejora para lograr mayores tasas de fiabilidad en los próximos años.
También faltan datos, en este estudio, sobre el comportamiento de las baterías de tracción en los coches eléctricos, que necesitarán más tiempo para poder hacer una comparativa de su rendimiento a largo plazo y poder comparar estos datos con los motores diésel y gasolina.
Los modelos menos fiables son de Toyota
Otra de las conclusiones del estudio es la recopilación de fiabilidad por modelos. Una clasificación que derrumba por completo el mito de la fiabilidad de marcas como Toyota.
Este listado está dividido en seis segmentos, desde los microcoches hasta los grandes monovolúmenes. Además, cada modelo cuenta con una clasificación de averías cada 1.000 coches, y donde vemos en verde oscuro los más fiables, con una puntuación más baja, y en rojo los menos fiables.
En el segmento de los coches pequeños destacan las malas cifras del Toyota Yaris, que en 2021 ha sido el último con una tasa de averías de 27.8. Muy lejos de eléctricos como el Renault ZOE, 2.4, o el BMW i3, con 0.4.
En el siguiente escalafón, «Clase media-baja» vemos que el líder en averías es el Ford Kuga, con 25.4 unidades, seguido del Toyota C-HR, con 22 unidades. Listado donde destacan el Volkswagen ID.3, con 0.9 averías cada 1.000 coches,
Si vamos a la «Clase media» de nuevo encontramos en los datos de 2021 a un Toyota en lo más alto de averías. Un Toyota Rav4 que se coloca con 17.6 averías cada 1.000 coches, enormemente lejos del Volkswagen ID.4, con apenas 1 coche cada 1.000 unidades, misma cifra para el Tesla Model 3, y el 1.1 del Skoda Enyaq.
Fuente | ADAC