El Citroën ë-C3 sufre importantes retrasos, pero la marca se lo toma con humor en estos irónicos anuncios

El que golpea primero, golpea dos veces. Este parecía ser el objetivo de Citroën con el nuevo ë-C3: presentado en noviembre del año pasado, el modelo francés inauguró la categoría de los utilitarios eléctricos del segmento B por menos de 25.000 euros en Europa, adelantándose a sus dos principales rivales, los esperadísimos Renault 5 y Volkswagen ID.2.

Aún teniendo un competitivo precio de partida de 22.590 euros antes de ayudas, el crossover galo ofrece unas prestaciones más que correctas. Combina un motor de 113 CV (83 kW) con una batería LFP (litio-ferrofosfato) de 44 kWh brutos (42 kWh útiles), lo que le permite anunciar una autonomía de 326 km WLTP. En cuanto a la carga, llega a un pico de 100 kW en corriente continua (20-80% en 26 minutos). En 2025 debería sumarse a la oferta una variante de 200 km WLTP por 20.490 euros.

Apoyado en gran medida por el leasing social del Gobierno francés, el Citroën ë-C3 ha acumulado un gran número de reservas (se estima que ya ha sobrepasado los 30.000 pedidos a nivel europeo). Un éxito que sin embargo podría verse truncado por su turbulento proceso de lanzamiento.

Debido a una serie de problemas de software, Stellantis ha pospuesto de forma indefinida las entregas del vehículo, que debería haber llegado a los primeros clientes a lo largo del segundo trimestre. Esto también afectaría al C3 térmico, así como al resto de modelos del grupo asentados sobre la plataforma STLA Smart, los Citroën C3 Aircross, FIAT Grande Panda y Opel Frontera.

El lanzamiento del Citroën ë-C3 se ha pospuesto por una serie de problemas de software

La situación es bastante grave por varios motivos. Para empezar, Citroën no ha actualizado los anteriores C3 y C3 Aircross a la normativa europea GSR2, por lo que se ha visto desprovista de sus dos principales superventas. Hasta nuevo aviso, su gama se ha quedado reducida a cuatro modelos: el C4, el veterano C5 Aircross y los minoritarios C4 X y C5 X, además del cuadriciclo Ami y las furgonetas Berlingo, Jumpy/SpaceTourer y Jumper.

Por otro lado, aproximadamente 6.000 clientes perderían acceso al leasing social, ya que los vehículos deberían entregarse antes del 30 de septiembre para poder acogerse a la ayuda estatal. Citroën ya se ha comprometido a hacerse cargo del importe de la subvención en caso de que finalmente no se prorrogue la fecha límite.

Como se suele decir, es mejor reír que llorar, una filosofía que la firma de los chevrones parece haber adoptado en Francia, donde ha lanzado una campaña publicitaria en la que ironiza sobre el retraso del ë-C3. El fabricante ha subido dos imágenes a su cuenta oficial de Instagram en las que se puede ver a un grupo de personas rodeando una plaza de aparcamiento vacía bajo los eslóganes «Una salida con amigos en el nuevo ë-C3» y «Compras para la vuelta al cole en el nuevo ë-C3».