A vueltas con el Ford Fiesta eléctrico, ¿regresa el mítico utilitario?

El Ford Fiesta se despidió del mercado europeo a mediados del año pasado tras más de cuatro décadas siendo uno de los automóviles más populares del viejo continente. El giro de la firma del óvalo hacia SUV como el Puma y productos de nicho como el Mustang o el Bronco ha dejado al segmento B huérfano de uno de sus integrantes más célebres.

El fabricante ya discontinuó en 2022 la berlina Mondeo, mientras que en 2025 le tocará el turno al compacto Focus. Jim Farley, CEO de Ford, justificaba recientemente esta decisión en una entrevista con la revista británica CAR, señalando que «no vale la pena invertir más dinero» en modelos como el Fiesta, el Focus o el Mondeo. «Buscamos salir del negocio de los coches aburridos y entrar en el negocio de los vehículos icónicos».

A pesar de todo, el propio Farley reconocía hace unas semanas que su apuesta por coches eléctricos de gran tamaño como el Mustang Mach-E o la F-150 Lightning no había sido la adecuada. «Hay que hacer cambios radicales como [fabricante de automóviles] para llegar a tener un vehículo eléctrico rentable. Lo primero que tenemos que hacer es destinar todo nuestro capital a vehículos eléctricos más pequeños y asequibles«.

La compañía lleva un par de años trabajando en una nueva plataforma eléctrica para vehículos de corte asequible, la cual debutará en 2027 con una camioneta mediana destinada al mercado estadounidense (entendemos que dicho modelo ocupará un lugar equivalente a la Maverick, que no deja de ser una suerte de versión pick-up del Kuga/Escape).

El Ford Fiesta podría ser hermano del Volkswagen ID.2

«Tenemos que empezar a volver a enamorarnos de los vehículos pequeños. Es muy importante para nuestra sociedad y para la adopción de vehículos eléctricos. Estamos enamorados de los vehículos monstruosos, y yo también los amo, pero su principal problema es el peso. Si no fabricamos vehículos eléctricos rentables en los próximos cinco años, ¿cuál será nuestro futuro?»

Según AutoWeek, el renovado interés de Ford por los coches eléctricos pequeños podría suponer el regreso del Fiesta al mercado, una posibilidad que el fabricante por el momento no ha confirmado (ni negado).

Aparentemente, el grupo estadounidense también estaría estudiando ampliar su colaboración con Volkswagen, extendiendo el uso de la plataforma MEB a otros modelos más allá de los Explorer y Capri. Esto abriría la puerta al desarrollo de un nuevo Fiesta derivado de los CUPRA Raval y Volkswagen ID.2, si bien tampoco se descarta el empleo de una arquitectura propia.

Fuente | AutoWeek