Volvo será más conservadora en su apuesta por el coche eléctrico, reforzando su gama de híbridos enchufables

A pesar del rotundo éxito que está cosechando el EX30 desde su lanzamiento, Volvo recientemente anunció que pospondrá de forma indefinida su objetivo de convertirse en una marca 100% eléctrica. Originalmente, la firma sueca tenía previsto abandonar los motores de combustión interna en 2030; sin embargo, el estancamiento del mercado europeo le ha llevado a reconsiderar sus planes.

A raíz de esta decisión, Volvo extenderá la vida de su actual gama de SUV térmicos (no así la de los sedanes S60 y S90, que serán reemplazados por sendos modelos 100% eléctricos). Al igual que el XC90, tanto el XC60 como muy probablemente el XC40 recibirán profundas actualizaciones para mantenerse a la venta unos años más.

En paralelo, también reforzará su apuesta por los híbridos enchufables. El renovado XC60, que seguirá asentándose sobre la plataforma SPA1, recibirá un nuevo sistema de propulsión capaz de proporcionarle una autonomía en modo 100% eléctrico muy superior a la ofrecida por los actuales PHEV de la compañía.

Los planes de Volvo contemplan el lanzamiento de dos nuevos modelos al año durante los próximos ocho; es decir, dieciséis en total. El primero en llegar será el ES90, una berlina ejecutiva que plantará cara a los ya conocidos Audi A6 e-tron, BMW i5 y Mercedes-Benz EQE a partir del año que viene. El SUV mediano EX60 se hará esperar por su parte hasta 2026.

Volvo no abandonará las carrocerías familiares

Aparentemente, Volvo tampoco abandonará las carrocerías familiares, que durante décadas han sido una de sus especialidades. La empresa se encontraría trabajando en un modelo denominado EV60 Cross Country, que como su nombre bien indica, tendrá ciertos elementos estéticos tomados de los SUV (mayor altura libre al suelo, protecciones plásticas en paragolpes y pasos de rueda, etc).

Los próximos coches eléctricos del fabricante escandinavo se asentarán sobre una nueva plataforma, la inédita SPA3 o GPA (Global Product Architecture). «La GPA es básicamente una SPA3. Deriva de la SPA2. Muchos de los componentes, gran parte de la electrónica y del trabajo de ingeniería que hemos hecho para la SPA2 se incluirán en la SPA3 o GPA, como quieras llamarla», declaraba recientemente su CEO, Jim Rowan.

«Lo que veremos es la reutilización de un código realmente robusto que habremos escrito y probado en el EX90. Eso significa que el trabajo de desarrollo será mucho menos costoso. Podemos asegurarnos de que la distancia entre el lanzamiento de esos automóviles y su entrega a los clientes esté mucho más en línea con lo que nos gustaría: un par de meses versus un año o más».

Fuente | Motor.es