Volvo confirma que el valor de marca está muriendo con el desastre de ventas del EM90

El Volvo EM90 ha sido un fracaso total en China, donde apenas se han vendido 85 unidades en agosto. Estas han sido las razones de sus bajas ventas en el mayor mercado automovilístico mundial.

Volvo confirma que el valor de marca está muriendo con el desastre de ventas del EM90
Volvo EM90

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Publicado: 19/09/2024 12:40

A finales del año pasado, Volvo lanzaba un nuevo y original modelo eléctrico en China. El EM90. Una propuesta que se enmarca en el segmento de los monovolúmenes premium, con cierto éxito en ese mercado. Pero las cifras han sido totalmente decepcionantes. 

En agosto, el EM90 apenas logró llegar a las 85 unidades en China, con solamente 1.185 unidades desde su lanzamiento. Esto en el mayor mercado automovilístico del mundo, y el mayor consumidor de coches eléctricos. Las razones de este fracaso están claras, el precio.

Y es que el Volvo no es otra cosa que el mismo Zeekr 009, pero con el logo de Volvo, y lo más importante, un precio un 60% por encima de la otra marca del Grupo Geely.

En ambos casos hablamos de un monovolumen familiar de 5.21 metros de largo, que comparten características como un sistema de propulsión 100% eléctrico de 200 kW (268 CV) y una batería de 116 kWh, que le otorgan 738 km bajo el ciclo chino CLTC.

Las diferencias se centran en el precio, con un Zeekr que arranca en China en los 500.000 yuanes, 64.143 euros al cambio, mientras que el Volvo lo hace en 818.000 yuanes, 104.934 euros. Esto supone un 63.6% más para el modelo de Volvo. 

La idea era atraer a un cliente que buscase una imagen de marca premium y diferencial. Un consumidor que esté dispuesto a pagar más por prácticamente lo mismo, solamente con pequeños cambios en los equipamiento, y el logo que lleva el vehículo.

Los expertos han llamado esto «ingeniería de insignias» donde los fabricantes comparten plataformas y diseños, y cambian sus logos para buscar atraer otro tipo de clientes. Algo que a lo largo de la historia está plagado de casos de éxito y fracasos, con un Volvo EM90 que se ha sumado al carro de estos últimos.

Y es que, con el coche eléctrico, los clientes valoran cada vez menos ese valor de marca tradicional que se asentó gracias a la fiabilidad o prestigio de sus coches. Un aspecto que la simplicidad del motor eléctrico minimiza de forma sustancial, y que Volvo ha subestimado a los clientes, capaces de detectar que el producto que le ofrecen es el mismo que otra marca con un simple click en su teléfono o en su ordenador, lo que hace más difícil colársela.

Algo que marcas como Audi están comprobando, y para lo que incluso ya se están preparando con nuevos lanzamientos que prescinden de sus emblemáticos aros, para dar mayor protagonismo al diseño y las prestaciones.