La polémica de las baterías del Renault ZOE en alquiler
El sistema de alquiler de la batería del Renault ZOE se está convirtiendo en un problema para muchos usuarios que quieren comprarla en propiedad, pero se enfrentan a tarifas muy elevadas por parte de la marca.
Cuando el Renault ZOE llegó al mercado hace ya 12 años, lo hizo con muchísima expectación debido a que contaba con muchos factores para ser un antes y un después. Y lo fue. Un diseño agradable, un espacio para cinco ocupantes, un maletero decente y un sistema de propulsión también a la altura de la época. Pero también lo hizo de la mano de un formato comercial poco habitual, como era la venta del coche y el alquiler de la batería. Un sistema que ahora está convirtiéndose en un potencial problema de imagen para la marca.
La idea era abaratar la compra del vehículo, realizando un renting, pero solo de la batería. Un formato que permitió a muchos lanzarse al coche eléctrico con una inversión inicial más baja. A cambio de un alquiler mensual, el propietario del coche recibía una garantía de por vida para esta batería, y la seguridad de que este elemento nunca sería un problema.
Pero el paso del tiempo ha demostrado que la gran mayoría de las baterías pueden funcionar mucho mejor de lo esperado incluso por el fabricante, tal como demuestran los últimos estudios. Mientras tanto, los propietarios de las primeras generaciones acumulan mensualidades de alquiler por una batería que nunca ha fallado.
Esto lleva a muchos a querer dar un paso, y hacerse en propiedad con la batería. Un proceso algo más complejo que simplemente comprarla, ya que el coste de terminar el alquiler puede variar por diferentes razones.
Comprar la batería del Renault ZOE
La principal es los kilómetros y antigüedad de la batería. No es lo mismo un pack de 2016 con 100,000 km a su espalda, que una de un coche de ese año que haya sido cambiada recientemente en garantía. El coste de esta última, aunque sea la misma, será mayor.
También entran en juego las promociones. Y es que al igual que sucede con los coches, Renault también pone en marcha promociones temporales que reducen el coste de pasar del alquiler a la propiedad. El problema es que la comunicación no es la más adecuada, y se dan situaciones complicadas.
Son varios los lectores que nos habéis contactado con este problema, en el que nos aseguráis que Renault pedía el año pasado 1.000 euros más IVA por el cambio de la batería. Pero ahora, los que quieren dar el paso reciben un presupuesto de 2.000 euros más IVA. Algo que no tiene que ver con un incremento del coste, sino por el final de la promoción inicial.
También hay un recargo en caso de no querer renovar el contrato. En este caso, Renault se quedará con la batería. Pero la operación corre a cargo del cliente, que tendrá que pagar una cantidad de entre 500 y 600 euros.
Ante esta situación, muchos clientes están optando por dejar de pagar el renting de sus baterías, con el riesgo que esto supone tanto en el plano legal, como en el de que desde la empresa de pueda bloquear el uso de la propia batería.
La conclusión es que lo ideal es siempre hablar con Renault, exponer el caso y contar con toda la información para tomar la decisión más adecuada.
Una marca que también tiene deberes por hacer, como tener una mejor comunicación con sus primeros clientes, que han sido pioneros y que pueden pasar de embajadores de la nueva generación a los principales detractores, y todo por unas cantidades ridículas para un fabricante del tamaño de Renault.