
Samsung presenta su batería con 965 km de autonomía y carga al 80% en 9 minutos
Samsung revoluciona el coche eléctrico con una batería sólida que promete 600 millas de autonomía, recarga en 9 minutos y 20 años de vida útil. El secreto está en el uso de plata en el ánodo, una solución técnica que podría disparar la demanda mundial de este metal. El futuro de la electromovilidad ya tiene nuevo protagonista.

Samsung ha dado un paso de gigante en la carrera lanzar las baterías más capaces y revolucionar el sector del coche eléctrico. Durante el evento SNE Battery Day 2024 en Seúl, el gigante surcoreano presentó su nueva batería de estado sólido con tecnología basada en plata que supone un paso adelante definitivo.
Esta nueva batería promete cifras realmente impresionantes: hasta 965 kilómetros de autonomía con una sola carga, una vida útil estimada en 20 años y una carga ultrarrápida que alcanza el 80% en solo 9 minutos. Además, su densidad energética se sitúa en los 500 Wh/kg, casi el doble de los 270 Wh/kg que ofrecen actualmente las mejores baterías de iones de litio del mercado.
La clave de este avance reside en su arquitectura de óxido sólido, que sustituye el electrolito líquido inflamable por uno sólido, mucho más seguro, estable y compacto. Pero el verdadero protagonista es el uso de una capa compuesta de plata y carbono (Ag-C) en el ánodo, que permite alcanzar esas prestaciones de forma estable y eficiente.
Plata: el nuevo oro blanco de la movilidad eléctrica

Cada batería de 100 kWh podría contener hasta 1 kg de plata. Teniendo en cuenta que la plata cotiza en torno a 1.070 euros por kilo, su uso en vehículos eléctricos representa tanto una ventaja técnica como un posible desafío económico a gran escala.
Según estimaciones, si solo el 20% de la producción mundial de coches, unos 16 millones de unidades al año, adoptara esta tecnología, la demanda anual de plata para el sector del automóvil superaría las 16.000 toneladas. Si la adopción alcanzara el 80%, la demanda ascendería a 64.000 toneladas, lo que podría tensar aún más un mercado ya afectado por restricciones de suministro.
Samsung ya tiene líneas piloto operativas y ha comenzado a entregar baterías a fabricantes para ensayos. Las primeras aplicaciones de esta batería se verán en eléctricos de alta gama, donde el coste de producción elevado se puede absorber sin comprometer la rentabilidad. No obstante, la marca trabaja en variantes más asequibles: baterías LFP sin cobalto y nuevas técnicas de fabricación que permitirán reducir costes y acercar esta tecnología al gran público.