
BYD traerá a Europa sus cargadores ultrarrápidos de 1.000 kW a principios de 2026
BYD desplegará a principios de 2026 en Europa una red de cargadores ultrarrápidos de 1.000 kW que permitirán cargar un coche eléctrico en solo cinco minutos. Una revolución que promete eliminar la ansiedad por la autonomía y acelerar la adopción del coche eléctrico.

Hace unas semanas, BYD revolucionó el sector de la automoción con la presentación de su sistema de carga ultrarrápida de 1.000 kW, capaz de cargar un coche eléctrico en solo cinco minutos. Ahora, la marca china ha confirmado que desplegará en Europa su red de cargadores ultrarrápidos y será antes de lo previsto inicialmente.
Stella Li, vicepresidenta ejecutiva de la compañía, realizó el anuncio en un evento con prensa especializada en Bruselas, donde calificó esta tecnología como un auténtico game changer para la movilidad eléctrica. Y no es para menos: estos “Flash Chargers” permiten recargar hasta 400 km de autonomía en apenas cinco minutos, lo que acerca la carga más que nunca el tiempo necesario para repostar un coche de combustión.
Este avance forma parte de la Super e-Platform de BYD, una arquitectura que combina mejoras en el tren motriz, motor y batería, y que es capaz de añadir hasta 2 km de autonomía por segundo. Una cifra que deja muy atrás a las redes actuales de carga rápida en Europa, como el sistema CCS, que está limitado a los 500 kW y en la mayoría de casos ni siquiera alcanza esa cifra.

Inicialmente, los cargadores se instalarán en concesionarios propios de la marca, aunque ya se están evaluando acuerdos con terceros para ampliar la cobertura. Además, estos puntos de carga también ofrecerán beneficios a coches con baterías más antiguas, acelerando los tiempos de recarga en un 20-30% respecto a lo habitual.
El objetivo de BYD es claro: convertirse en un actor principal del mercado europeo de vehículos eléctricos e híbridos enchufables antes de 2030. Para ello, la marca construirá este mismo año una fábrica en Hungría, junto con un centro de I+D y su nueva sede europea en Budapest.
Con un crecimiento mensual del 10% en sus ventas en el viejo continente, la apuesta de BYD va mucho más allá de ofrecer productos competitivos: busca cambiar las reglas del juego en un mercado donde la infraestructura de carga sigue siendo uno de los principales obstáculos para muchos conductores.