Volkswagen reduce la potencia de carga y la autonomía del ID.4 por problemas con la batería

Cuando parecía que Volkswagen estaba recuperando el ritmo de ventas, aprovechando la caída de Tesla en Europa, ahora el fabricante alemán se tiene que enfrentar a un complejo problema con las baterías de uno de sus modelos más populares. Volkswagen ID.4 Pro. Según informan medios alemanes, esta versión ha tenido que reducir la potencia de carga rápida por un problema en el suministro de la batería.

Según las informaciones, el ID.4 Pro, las nuevas unidades que salen de fábrica, ha tenido que rebajar la potencia pico de carga en corriente continua de los 175 kW anunciados inicialmente a tan solo 135 kW. Esta medida, ya implantada por Skoda en su nuevo Elroq 85, responde a un problema de suministro con uno de los proveedores de baterías.

El cambio afecta de forma directa a uno de los factores más valorados por los usuarios: el tiempo de recarga. Según cifras oficiales, el ID.4 Pro con la nueva batería carga de 10 al 80% en los mismos 28 minutos, pero en los primeros 10 minutos de carga rápida solo se recuperan 155 kilómetros de autonomía, frente a los 184 km que se lograban antes del cambio.

Además, la autonomía WLTP también ha disminuido ligeramente. Dependiendo del equipamiento, el nuevo ID.4 Pro con esta batería provisional pierde hasta 16 kilómetros respecto a la versión original, bajando desde los 572 km máximos a unos 556 km.

Problemas en la batería de Volkswagen ID.4 Pro: el suministrador

Volkswagen ha confirmado que el origen de esta reducción está en un “cuello de botella” con uno de sus suministradores de baterías. Aunque la marca no ha dado nombres, fuentes internas citadas por la prensa alemana apuntan a que el problema procede de LG, suministrador habitual del grupo, que ha sido sustituido temporalmente por CATL, el gigante chino, debido a la incapacidad de LG de atender los pedidos en tiempo y forma.

Este tipo de movimientos no son extraños en un contexto de alta demanda global de baterías, pero sí tienen implicaciones directas en los productos finales, como acabamos de ver. No se trata de un rediseño técnico ni de una evolución de la plataforma, sino de una solución de emergencia ante una situación falta de planificación que supone un perjuicio para los clientes.

¿Afecta a todos los ID.4? No, solo a una versión concreta

Esta limitación no afecta a toda la gama ID.4. Según ha confirmado Volkswagen, la medida solo impacta en las unidades del ID.4 Pro con batería de 77 kWh netos y tracción trasera, es decir, con motor eléctrico de 210 kW (286 CV).

Las versiones 4Motion con tracción total, el ID.4 Pure y el ID.4 GTX, entre otros, no sufren modificaciones, ya que seguirán montando el pack de LG. Es más, las unidades fabricadas antes de mediados de marzo de este año, tampoco están afectadas por este cambio. Pero si los nuevos pedidos a partir de esa fecha.

¿Y el cliente qué? Volkswagen ofrece una compensación económica

Para mitigar el efecto negativo de esta bajada de prestaciones, Volkswagen ha decidido ofrecer a los clientes afectados una compensación de 1.000 euros.

La marca espera recuperar el suministro habitual de baterías entre junio y septiembre, según las previsiones internas. De cumplirse ese plazo, los ID.4 Pro producidos a partir del otoño volverán a contar con la batería original y, por tanto, con la carga rápida de 175 kW y mayor autonomía.

En el caso del Skoda Elroq 85, la limitación se extenderá entre las semanas 24 y 36 del año (junio a septiembre), lo que confirma que se trata de una solución temporal aplicada en paralelo por todo el grupo Volkswagen.

Impacto en el mercado y percepción del usuario

La reducción en la potencia de carga rápida no solo alarga el tiempo en carretera, sino que también puede influir en la decisión de compra para aquellos conductores que hacen viajes frecuentes o dependen de puntos de carga públicos. Con rivales directos como el Tesla Model Y, Hyundai Ioniq 5 o el nuevo Peugeot e-3008 ofreciendo cargas superiores a los 200 kW, esta reducción temporal pone al ID.4 en una posición comprometida.

Y es que la competencia aprieta, con cada vez más y mejores alternativas, donde cualquier resbalón puede hundir las ventas durante meses.

Volkswagen ha optado por una solución transitoria para afrontar un problema de abastecimiento en su cadena de suministro. Aunque las consecuencias en prestaciones son moderadas y la marca ha actuado con cierta transparencia al ofrecer una compensación económica, este episodio evidencia lo frágil que puede ser la cadena de valor del coche eléctrico en pleno proceso de escalado, sobre todo si no se planifica correctamente.