
¿Contaminan los puntos de recarga rápida? El estudio más absurdo que se ha hecho viral
Estos días hemos visto como se volvía viral un estudio que avisaba de los riesgos de las partículas contaminantes en las estaciones de carga rápida para coches eléctricos. Un estudio que avisa de que los niveles de contaminación en estos lugares es más alto de lo normal. Un conjunto de medias verdades, pero que ha llevado a algunos fabricantes de estaciones a rediseñar sus equipos.

La noticia la podemos leer en el portal Automotive News, que dar voz a un reciente estudio que presuntamente destapa un aspecto desconocido relacionado con los puntos de recarga para coches eléctricos. La contaminación del aire en estaciones de carga rápida.
El estudio, realizado en 50 estaciones de carga rápida del condado de Los Ángeles, incluidas varias ubicaciones de Supercargadores de Tesla, ha detectado una concentración media de partículas finas de 15,2 microgramos por metro cúbico, una cifra ligeramente superior a la registrada en gasolineras y sensiblemente más alta que en parques urbanos.
Lo más llamativo es que casi la mitad de los puntos analizados superaban las recomendaciones de calidad del aire marcadas por la OMS. Estas cifras no se deben a emisiones directas de los vehículos, ya que el estudio se centró exclusivamente en emisiones no relacionadas con el funcionamiento de los motores. La fuente estaría en otro componente clave de las estaciones de carga.
Los ventiladores de refrigeración, señalados como responsables

Según los investigadores, el origen de esta contaminación inesperada estaría en los ventiladores de los sistemas de distribución eléctrica de las estaciones de carga. Estos equipos, necesarios para refrigerar los componentes electrónicos, podrían estar generando turbulencias que levantan partículas de polvo, restos de neumáticos y frenos acumulados en el suelo.
¿Es que emiten contaminación los ventiladores? No. La explicación es mucho más sencilla de lo que nos quieren vender en los textos que podemos encontrar en la red. Resumiendo, en el ambiente hay mucha contaminación, principalmente procedente del tubo de escape de los coches, y esta se deposita por todas partes. Y los ventiladores pueden hacer remover esas partículas. Pero como lo puede hacer una racha de viento o un coche que pase cerca a una cierta velocidad. Las estaciones no emiten nada de nada.
Según Yuan Yao, uno de los coautores del estudio, la clave para minimizar el impacto estaría en rediseñar los sistemas de ventilación de las estaciones para reducir su impacto sobre la calidad del aire en el entorno inmediato.

Algunas compañías ya están adoptando medidas para abordar el problema. ChargePoint, uno de los mayores operadores de puntos de carga en Estados Unidos, ha explicado que en todas sus estaciones actuales de carga rápida se exige una altura mínima para las entradas y salidas de aire, con el objetivo de limitar la entrada de polvo, suciedad y agua. Además, se están incorporando filtros en los equipos para reducir aún más el nivel de partículas en suspensión.
Aun con estos nuevos hallazgos, los expertos recuerdan que el entorno de las estaciones de carga siguen siendo mucho menos perjudiciales que las gasolineras tradicionales. Joe Allen, profesor en la Universidad de Harvard, recuerda que las estaciones de servicio liberan compuestos cancerígenos como el benceno, mientras que los vehículos con motor de combustión son una fuente directa de emisiones peligrosas.
El mensaje de fondo de los investigadores es claro: la expansión de la red de carga para coches eléctricos debe ir acompañada de un enfoque que también contemple los posibles efectos secundarios. “Si vamos a construir más estaciones de carga rápida, también debemos prestar atención a las emisiones que pueden generar en el lugar”.
Y por supuesto, el coche eléctrico ayudará a que algún día, estas partículas que viajan del tubo de escape a todas partes, incluyendo nuestras viviendas, trabajos...etc, no necesiten dejar de ser "molestadas" por los insolentes ventiladores.