Un plan de 160.000 millones para salvar a Volkswagen

Un plan de 160.000 millones para salvar a Volkswagen

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Publicado: 08/12/2025 10:54

Volkswagen ha decidido revisar a fondo su hoja de ruta para los próximos años y rebajar las expectativas a corto plazo. El grupo invertirá 160.000 millones de euros hasta 2030, una cifra ligeramente inferior a la marcada en anteriores planes quinquenales.

Este giro llega en un momento delicado para la marca, muy presionada en varios mercados clave. China y Estados Unidos, en particular, se han convertido en escenarios más complicados, con un entorno competitivo más agresivo y una demanda menos favorable, lo que está afectando de lleno a su evolución económica. Una dinámica que ahora corre el riesgo de extenderse a Europa debido al imparable crecimiento de grupos como BYD.

La inversión forma parte del programa estratégico que el grupo actualiza cada año y que recoge todas sus apuestas a largo plazo. En comparación con los ciclos anteriores, el tono es más prudente. Para 2025-2029 se habían previsto 165.000 millones de euros, y para 2024-2028 las cifras eran incluso más altas. Ese año supuso el punto máximo de ambición, del que ahora Volkswagen parece querer tomar cierta distancia. La idea es clara: conservar margen financiero sin renunciar a los proyectos esenciales para el futuro.

China y Estados Unidos obligan a reordenar prioridades

Volkswagen ID. Polo

Lo que más preocupa a la dirección del grupo es la situación en China. La entrada de nuevos competidores, los cambios en las preferencias del cliente y un fuerte desgaste en precios están golpeando el negocio. En Estados Unidos, los aranceles adicionales a los modelos importados complican aún más la ecuación. Todo esto ha tenido un impacto especialmente visible en Porsche, que depende casi en un 50% de ambas regiones. Cuando la economía se enfría allí, la marca lo nota de forma inmediata. Esta volatilidad ha obligado a Porsche a replantearse su estrategia de electrificación y a ajustar varios de sus programas en marcha.

Oliver Blume, que todavía compagina la dirección de Volkswagen con la de Porsche, explicó recientemente que la inversión del grupo se centrará sobre todo en Alemania y Europa. Se destinará a productos, tecnología e infraestructura industrial con la idea de reforzar la base del negocio. Al mismo tiempo, confirmó que Porsche seguirá adelante con su programa ampliado de ahorro, cuyas negociaciones se prolongarán, como mínimo, hasta 2026. El objetivo es aumentar la resistencia de la marca frente a los vaivenes del mercado.

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Sobre China, Blume se mostró prudente. No espera un crecimiento rápido, aunque sí ve margen para adaptar algunos modelos a las preferencias locales o mover ciertos procesos productivos dentro del propio grupo. Incluso dejó abierta la puerta a una gama específica para China, aunque sin planes cerrados por ahora. En cuanto a la posibilidad de un nuevo centro de producción para Audi en Estados Unidos, explicó que todo dependerá del nivel de apoyo financiero que pueda aportar el Gobierno estadounidense.

En medio de estos desafíos, Blume ha recibido una renovación de contrato como CEO de Volkswagen hasta 2030. Para muchos, se trata de una señal clara de respaldo por parte de los principales accionistas, entre ellos las familias Porsche y Piëch y el estado de Baja Sajonia. Aun así, el directivo reconoció que los últimos tres años no han sido fáciles y que los accionistas han sufrido pérdidas desde la salida a bolsa de Porsche. “Tengo que afrontar esa crítica”, señaló, consciente de que las expectativas de estabilidad y mejora siguen siendo muy altas.

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