A pesar del boom de su construcción durante las últimas décadas, las rotondas, glorietas u óvalos siguen siendo un lugar conflictivo desde el punto de vista del tráfico. Según un informe elaborado por Automovilistas Europeos Asociados (AEA) durante el periodo 2015-2019 se produjeron en ellas el 10% de los accidentes con víctimas. Fueron 45.153 accidentes en rotondas giratorias, con el trágico resultado de 317 muertos y 58.581 heridos.
A pesar de que las usamos diariamente, muchos conductores no saben circular por ellas de un modo correcto, y por ello la Dirección General de Tráfico realiza campañas periódicas para recordarnos cómo abordar las rotondas de forma segura.
Recogemos las últimas explicaciones y normas básicas para entrar, circular y salir con seguridad y así evitar incidentes.
Aproximación y entrada
La clave a la hora de acercarnos a la rotonda es la paciencia y la observación. Iremos reduciendo la velocidad mientras nos acercamos, mientras nos adecuamos a la señalización y al tráfico presente.
Es fundamental acceder desde el carril derecho siempre que esté libre y sea posible. Debemos observar hacia la izquierda y esperar pacientemente hasta que podamos entrar con la total seguridad de que podemos hacerlo sin peligro.
Recordamos que en la rotonda lo más importante es que la prioridad es siempre de los vehículos que circulan por dentro. Por lo tanto siempre debemos ceder el paso claramente, incluso deteniendo el vehículo si es necesario.
El acceso se puede complicar cuando la visibilidad se ve reducida por vehículos voluminosos o el acceso es en pendiente, por lo que extremaremos la velocidad y la precaución si no tenemos una visión completa.
Circulando dentro de la rotonda
Dentro de la rotonda, deberemos circular por el carril exterior siempre que esté libre y usar los demás para adelantar, como si fuera una prolongación de la carretera normal.
En las rotondas urbanas está permitido usar el carril que más convenga a nuestro destino. Si vamos a abandonar en las primeras salidas, lo más recomendable es usar el carril exterior.
Si vamos a tomar las últimas salidas o vamos a realizar un cambio de sentido, lo más aconsejable es usar los carriles interiores e ir buscando el carril exterior progresivamente antes de llegar a la salida, señalizando cada cambio de carril y respetando el tráfico y la prioridad de los demás vehículos.
Salir de la rotonda correctamente
Al acercarnos a nuestra salida, debemos estar situados en el carril exterior y señalizar la salida para advertir a los demás conductores de nuestra maniobra. Si el tráfico nos imposibilita cambiar a tiempo al carril exterior debemos dar otra vuelta a la rotonda para colocarnos correctamente.
Y aquí la DGT hace hincapié en la maniobra más habitual en las rotondas. No está permitido salir de la rotonda por el carril interior como norma general. La «cruzada» desde el carril interior es una infracción a evitar y que puede provocar la colisión contra un vehículo que circula de forma reglamentaria.
Fuente DGT
