Frenada regenerativa. BMW i3, Tesla Moldel S y la conducción a un solo pedal
Una de las características más innovadoras de los coches eléctricos desde el punto de vista del conductor es la frenada regenerativa. Más si cabe cuando hablamos de la conducción a un solo pedal, una característica que es compartida por el BMW i3 y el Tesla Model S.
La conducción a un solo pedal se trata de controlar la aceleración y el frenado con un solo pedal, el del acelerador. Tradicionalmente en los coches de combustión esto no era posible, ya que el sistema de frenado (las pinzas y discos de freno) era totalmente independiente al sistema de propulsión (el motor). En los primeros eléctricos, la conducción seguía siendo igual, con la diferencia de que al activar el freno primero se actuaba el freno magnético para después, si no fuera suficiente, accionarse el hidráulico.
Con los coches eléctricos, gracias a sus motores, podemos utilizar las fuerzas magnéticas del motor para frenar el coche, recuperando además parte de la energía que se pierde en el frenado. Gracias a esto, algunas marcas han decidido apostar por la conducción a un solo pedal.
Al final, lo que se busca es que la energía que de otra manera se disiparía en los frenos, vuelva a la batería. Si bien es cierto que hay pérdidas en la regeneración, más pérdidas habría si se disipa todo en los frenos.
La inercia también juega un papel fundamental en el ahorro de energía. Aquí es donde aparecen muchos detractores de la conducción a un solo pedal. Es más eficiente aprovechar la inercia y gastar cero de energía que tener que ir siempre a punta de gas. Por eso es necesario que el pedal tenga un punto intermedio donde el coche ni acelera ni frena, simplemente se deja llevar. En la foto podéis ver el sistema de un solo pedal del BMW i3.
Cuando pisas el pedal a fondo, consigues la máxima aceleración. Cuando dejas el pedal suelto, consigues la máxima regeneración. Todo lo demás requiere que el conductor este pisando el acelerador constantemente.
Otro de los beneficios de la conducción a un solo pedal, además de recuperar energía, es el ahorro en frenos. Gracias al freno magnético, utilizaremos mucho menos el freno mecánico, algo que hará que tardemos mucho más en pasar por el taller para cambiar las pastillas de freno.
Para sacarle el máximo partido a la conducción a un solo pedal hace falta un periodo de adaptación, pero una vez conseguido, las autonomías conseguidas pueden aumentar de manera importante. Esto se nota sobre todo en la conducción urbana, donde las frenadas y aceleraciones son constantes. Además, se crea otra conciencia en el usuario sobre la gestión de la energía.
Un estudio desarrollado con unos Mini E preparados para la conducción a un solo pedal, demostró que con poca adaptación, a los conductores les gustó este modo de conducción. Además cuanto más tiempo llevaban conduciendo de esta manera, menos trataban de utilizar el freno hidráulico.
En el caso del Tesla se puede elegir en su pantalla la cantidad de regeneración que se quiere, entre el modo «standard» y el «low», con un freno motor similar a un coche de combustión.
La posición de los motores eléctricos también es importante en la frenada regenerativa. Por ejemplo el BMW i3 es de tracción trasera. Teniendo en cuenta que el eje delantero es mejor para las frenadas, la frenada regenerativa del i3 podría mejorar. En el caso del Model S 7oD por ejemplo, al disponer de tracción total, se consigue una frenada mejor nivelada, consiguiendo también una mayor recuperación.
En este vídeo realizado por los compañeros de AutoExpress se puede ver un curioso reto que hicieron: recorrer las calles del centro de Londres sin tocar el pedal de freno. La verdad es que los protagonistas se lo pasan en grande. No lo hagáis en casa.
Habrá gente a la que le guste, y otra a la que no. La forma de conducir cambia completamente respecto a un coche de combustión, y eso requiere adaptación. ¿Hacia dónde irán los futuros coches eléctricos?
Y vosotros, ¿qué opináis de la conducción a un solo pedal?
Fuente | BMWBlog