
Esta es la verdad sobre cuánto dura la batería de un coche eléctrico según los datos
Un nuevo estudio con más de 30.000 coches eléctricos arroja luz sobre la vida útil real de sus baterías. Las conclusiones desmontan muchos temores comunes. Estos son los datos más interesantes.

A pesar de que es un tema que ya hemos tratado varias veces, es siempre interesante volver a traerlo cada vez que hay nuevos datos. Hablamos de la vida útil de la batería de los coches eléctricos. Un elemento clave que supone una de las principales preocupaciones de los clientes tanto de nuevos como sobre todo de modelos de segunda mano, y que los datos muestran que su durabilidad no solo es buena, sino que cada vez es mejor.
Para arrojar algo de luz sobre esta cuestión la plataforma especializada en análisis de baterías de coches eléctricos Recurrent, ha publicado su última actualización de análisis de más de 30.000 vehículos eléctricos de propietarios reales. Lo que han descubierto ofrece una visión bastante tranquilizadora: la gran mayoría de las baterías siguen funcionando sin problemas muchos años después de su puesta en circulación.
Baterías: Una tecnología que evoluciona, y mucho

Como era de esperar, los coches eléctricos de primera generación, los que empezaron a venderse hace más de 14 años, son los que han registrado más sustituciones de batería. Esta primera hornada utilizaba tecnologías mucho menos sofisticadas y tenía paquetes de baterías más pequeños.
Sin embargo, entre 2015 y 2024, la capacidad media de las baterías creció un 167%, lo que permite que estas pierdan más capacidad sin afectar tanto a la autonomía real del coche. Además, los sistemas de gestión energética y las químicas empleadas han mejorado notablemente, haciendo que las baterías actuales tengan una vida útil más larga y fiable.
La conclusión principal es clara: las baterías modernas están aguantando mejor de lo previsto. De hecho, todo apunta a que en muchos casos durarán más que el propio coche.
Pocas sustituciones, incluso en modelos antiguos

Salvo casos excepcionales, como los conocidos fallos en los Chevrolet Bolt y Hyundai Kona, cuyas baterías fueron sustituidas por campañas oficiales, la tasa de sustitución de baterías sigue siendo baja.
En total, menos del 4% de los coches eléctricos analizados han cambiado su batería, y eso incluyendo vehículos con más de una década en la carretera. En los coches de primera generación, la tasa se sitúa en torno al 8,5%, mientras que en los de segunda generación, como los primeros Tesla Model 3 y Chevrolet Bolt modernos, cae al 2%. Y en los modelos lanzados desde 2022, es apenas del 0,3%.
¿Por qué se cambia una batería de coche eléctrico?

Las causas principales son dos, y ambas son poco frecuentes:
- Fallo de fabricación o defecto estructural. Es el motivo más habitual en los casos que han dado lugar a campañas de sustitución. Cuando esto ocurre, el fabricante se encarga del reemplazo, normalmente sin coste para el usuario.
- Desgaste por el paso del tiempo. Como con el móvil, una batería envejece. Pero lo hace mucho más despacio. En lugar de necesitar una nueva cada dos años, puede durar entre 10 y 20 años, según la tecnología empleada. La mayoría de garantías cubren la batería si baja del 70% de su capacidad original durante el periodo cubierto, aunque eso no significa que esté inservible. En modelos modernos con baterías de más de 90 kWh, ese 70% sigue siendo mucha energía útil.
También puede haber sustituciones por daños accidentales —como impactos o restos en la carretera—, en cuyo caso suele ser el seguro quien se hace cargo.
Tendencias recientes y casos destacados

En los datos de 2025, se confirma que los modelos anteriores a 2016 presentan la mayor proporción de sustituciones por envejecimiento. Llama la atención un aumento en los cambios de batería en algunos Tesla de 2019 y 2021, aunque muchos fueron actualizados con paquetes de batería LFP, que tienen mejor durabilidad.
Entre los modelos con sustituciones recientes bajo garantía están:
- Chevrolet Bolt EV de 2017 a 2022 (por campaña)
- Hyundai Kona EV de 2019 a 2022 (por campaña)
- Ford F-150 Lightning Lariat (por módulos defectuosos)
- GMC Hummer EV de 2022 (por campaña)
- Rivian R1T de 2022 (todos por garantía)
Uno de los usuarios de la comunidad relataba: “GM me llamó para pedirme mi batería para un estudio. Me ofrecieron 250 euros, una batería nueva y un coche de sustitución. Lo gestionaron en un día. Era la segunda vez que me cambiaban la batería. Todos salimos ganando.”
Lo que dicen los datos... y lo que no

Aunque las cifras apuntan a una alta durabilidad, hay que tener en cuenta que el 75% de los coches eléctricos actuales se han vendido desde 2023, por lo que aún no han tenido tiempo de mostrar signos reales de degradación.
Recurrent utiliza datos de carga, telemetría y algoritmos para predecir cómo se comportará la autonomía con el paso del tiempo. Lo interesante es que, aunque todas las baterías envejecen físicamente, muchos fabricantes usan actualizaciones de software para mantener la autonomía constante liberando capacidad reservada.
La curva de degradación de una batería de litio tiene forma de “S”: al principio hay una caída rápida, luego una etapa larga y estable de desgaste lento, y finalmente una caída pronunciada cuando la batería está al final de su vida útil. Sin embargo, los fallos catastróficos son muy poco comunes en coches eléctricos.
Las garantías como pista de la durabilidad

Otra forma de evaluar cuánto pueden durar estas baterías es fijarse en lo que cubren las garantías. En general, se ofrecen 8 años o 160.000 kilómetros, aunque el porcentaje de capacidad garantizada varía según el fabricante.
Por ejemplo, la batería del Tesla Model 3 Standard Range está garantizada para conservar al menos el 70% durante 8 años o 160.000 km. En cambio, Hyundai garantiza el mismo porcentaje durante 10 años o 160.000 km en modelos a partir de 2020.
Todo esto refuerza la idea de que las baterías modernas no solo duran más, sino que lo hacen con mejor rendimiento. Y con los avances que se están viendo, puede que esa “batería del millón de kilómetros” ya esté circulando por ahí.
¿Y qué pasa cuando ya no sirven para el coche?

Las baterías que pierden demasiada capacidad para seguir funcionando en un coche aún pueden ser útiles en otras aplicaciones, como almacenamiento de energía doméstico o industrial. Este es uno de los grandes debates del futuro: cómo aprovechar su “segunda vida”.
Por ahora, lo que está claro es que los datos reales y la experiencia de los usuarios están desmontando muchos mitos sobre la vida útil de las baterías. Si tienes un coche eléctrico al que le han cambiado la batería, compartir tu caso puede ayudar a entender mejor esta evolución.
Fuente | Recurrent


