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¿Por qué Elon Musk no quiere utilizar sensores LiDAR para la conducción autónoma cuando el resto de la industria apuesta por ellos?

La carrera por el coche autónomo está actualmente en un punto álgido. Con todos los grandes constructores de automóviles ya involucrados en su desarrollo, y con gigantes de la talla de Waymo (Google), Apple y Uber poniendo toda la carne en el asador para su implantación, es sólo cuestión de tiempo que la conducción autónoma se estandarice en el mercado automovilístico.

Sin embargo, cada empresa está siguiendo su propio camino a la hora de desarrollar su tecnología de conducción autónoma. Sin ir más lejos, Waymo apuesta por la utilización de un gran LiDAR (sensor láser) rotatorio sobre el techo del coche, mientras que fabricantes como la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi apuestan por la integración de una serie de sensores LiDAR fijos en la carrocería de los vehículos.

A pesar de ello, la mayoría de compañías coinciden a la hora de elegir los sensores que constituyen el hardware necesario para desarrollar la conducción autónoma: una combinación de radares, lidares, sensores ultrasónicos y cámaras. Sin embargo, hay una empresa que va contracorriente de las demás: Tesla.

El actual hardware del Autopilot 2 de Tesla (que según la empresa debería ser suficiente como para alcanzar un nivel 4 de conducción autónoma cuando todo el software esté desarrollado) consiste en una serie de cámaras (ocho), sensores ultrasónicos y un radar. La compañía californiana prescinde por completo de los LiDAR, ya que es un tipo de sensor muy caro y difícil de integrar.

De acuerdo con Elon Musk, el procesamiento de las imágenes en alta definición de las cámaras es más que suficiente para conseguir buenos resultados. Recordemos que una de las ventajas del LiDAR es que permite la creación de imágenes tridimensionales con mediciones de distancia muy precisas.

Según Musk, trabajar con el espectro láser es «feo, caro e innecesario», si bien admite que podría estar equivocado (aunque no lo cree así). En vuestra opinión, ¿quién tiene razón?

Fuente | Evannex

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