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Según Toyota, los diferentes niveles de conducción autónoma están causando confusión

Seguro que todos habréis visto que en las noticias últimamente están saliendo cada vez más historias sobre la conducción autónoma. Normalmente por accidentes como el que ha involucrado a un coche de Uber que ha supuesto la primera víctima conocida de esta tecnología. Algo a lo que algunos medios han sumado también el accidente mortal de un Model X usando el Autopilot.

Dos noticias que han sido tratadas de la misma forma por los medios, a pesar de que hablamos de dos sistemas muy diferentes. Mientras que el Volvo de Uber puede considerarse nivel 3, lo que significa que el coche puede conducirse por su cuenta, pero se requiere un conductor que supervise en todo momento la operación, en el caso de Tesla, su Autopilot aunque tiene capacidad para evolucionar, todavía está en un nivel 2, que requiere no sólo la presencia de un conductor, sino que este mantenga en todo momento la atención en la conducción.

Ahora desde Toyota se ha indicado que este sistema, adoptado por la SAE International en 2014 y que tiene en cuenta cinco niveles, puede resultar bastante confuso. Realmente no hay mucha claridad dónde empieza un nivel, y dónde termina el otro.

Según el jefe del Instituto de Investigación de Toyota, Gill Pratt: «Es extremadamente importante no confundir los niveles de conducción con el indicador de dónde están las diferentes empresas desarrolladoras. La autonomía del nivel 4 depende de dónde lo esté haciendo, debido a la necesidad de que los automóviles se comuniquen con los sensores, por lo que este debe llegar a un nivel más elevado«.

Esto quiere decir que un coche puede llegar a ser nivel 4 o 5 en determinadas circunstancias, como por ejemplo cuando circula monitorizado y controlado durante las pruebas por otros vehículos. Algo que supone que sin este control sea realmente un nivel 2. Para el directivo de Toyota, la clave no es saber en qué nivel está, sino saber qué situaciones puede solventar el sistema por su cuenta.

Uno de los reflejos de la confusión lo estamos viendo desde el inicio de sus trabajos en el Autopilot de Tesla. Desde el primer momento internet se ha llenado de vídeo de gente dando un uso de nivel 3 o 4 a un sistema que apenas llega al nivel 2. Por ejemplo, hemos visto a gente activar el sistema y pasarse en plena autovía a los asientos traseros. Y así un sin fin de ejemplos de mal uso que en parte se explican por la imprudencia, pero también en parte por el desconocimiento real del rendimiento de la tecnología.

Algo que desde la propia Tesla se ha intentado remediar posteriormente con actualizaciones y avisos. Una situación que para muchos ha llegado algo tarde y que Tesla tendría que haber sido más claro con el verdadero rendimiento desde el primer momento.

Opinión

La conclusión es que aunque tengamos muchas ganas de coches autónomos, la tecnología todavía está en plena fase de desarrollo, por lo que debe usarse con extrema precaución. Sobre todo aquellos sistemas de nivel 1 y 2, que no son otra cosa que ayudas a la conducción y no sustitutos del conductor, y que requieren plena y constante atención a la carretera. No podemos consultar el Whatsapp o el Facebook mientras circulamos como tampoco lo haríamos en un coche sin Autopilot.

Para acceder a niveles más elevados todavía tendremos que esperar al menos uno o dos años, como mínimo. Marcas como Tesla o Nissan se han marcado como objetivo lograr alcanzar el nivel 3 en 2020. Por su parte otros como Volkswagen son más cautelosos y hasta 2025 no esperan superar el nivel 2 que tendrán sus primeros modelos de nueva generación.

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