Después de la presentación del ambicioso plan de ayudas a la adquisición de coches eléctricos en Francia, Italia ha sido el siguiente en dar el paso y dejará de ser uno de los pocos que hasta el momento no había dotado a estos vehículos de un incentivo público. El ejecutivo italiano ha diseñado un plan de tres años de duración, y que supondrá que los interesados en la adquisición de un coche eléctrico tendrán una ayuda de hasta 5.000 euros, un incentivo que debería suponer un despegue de las ventas de los eléctricos.
Según las estadísticas, en Italia durante los primeros seis meses del año se han matriculado un total de 286 coches eléctricos, casi la mitad que en España, lo que nos indica que a pesar de la debilidad de la demanda en nuestro país, esta es superior a la italiana, lo que nos indica que las ayudas tienen mucho que decir en esta primera fase.
Hasta el momento el modelo más popular en Italia es de lejos el Citroën C-Zero, que ocupa casi la mitad de las ventas con 107 unidades, seguido por su hermano gemelo Peugeot iOn, con 80 matriculaciones, y curiosamente el tercero es la versión eléctrica del Smart, que todavía no ha llegado al mercado particular. Pero con estas ayudas sin duda uno de los grandes beneficiados podría ser el Renault Twizy, un modelo que se adapta muy bien a los gustos transalpinos acostumbrados a coches pequeños para moverse por sus atestadas ciudades.
Sin duda una de las principales razones para la puesta en marcha de este plan es incentivar las ventas, pero también es de esperar que este anime a los fabricantes italianos a dar un brusco cambio en su política donde los modelos híbridos y eléctricos no parecen tener sitio, una política que preocupa al ejecutivo italiano que ve como su industria podría perder el tren de las nuevas tecnologías.
De momento el único modelo que ha sido mostrado es la versión eléctrica del 500, un prototipo desarrollado en colaboración con Chrysler y que dispone de unas características bastante interesantes para un modelo de su tamaño, con una autonomía de 120 kilómetros con cada carga, un coche que podría ser muy interesante si llegase al mercado por un precio no muy superior a los 20.000 euros.
Ahora solamente falta que Alemania de el visto bueno a las ayudas a los coches eléctricos, ya que es de largo el mercado con mayor potencial y que más ventas pueden proporcionar a los fabricantes de estos modelos, aunque parece que el gobierno de Merkel parece que esperará a que los fabricante alemanes pongan de una vez en la calles sus modelos, algo que comenzará a finales de este mes de agosto con la llegada del Smart ED, y que seguirá el próximo año con la llegada del Up! eléctrico y el Audi R8 EV.
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Fuente | Plugincars
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