Las autoridades norteamericanas presionan para imponer un sistema de ruido a los coches eléctricos

El secretario de transporte de los Estados Unidos quiere que los coches eléctricos e híbridos tengan sonido durante su circulación a baja velocidad, una medida escudada en la necesidad de proteger a los invidentes y evitar de esa manera un atropello. Según los reguladores federales, la ausencia de ruido del motor eléctrico supondrá un peligro importante para persona con problemas de visión, algo para lo que ha exigido a la industria que trabaje en un sistema que pueda servir de aviso.

La fecha para lograr un acuerdo por parte de los fabricantes será 2014, momento en el que si no hay acuerdo las autoridades impondrán un sistema de aviso obligatorio a los vehículos con propulsión eléctrica. Esto supondrá según los expertos una inversión por parte de los constructores de unos 100 millones de dólares para adecuar sus nuevos modelos, un desembolso considerable si tenemos en cuenta el pequeño parque móvil de vehículos eléctricos que existe en el mercado.

Sin duda se trata de una medida mil veces discutida y que ha sido rechazada por la mayor parte de los fabricantes y usuarios, que consideran absurdo dotar de ruido a un vehículo eléctrico cuando se trata de una de las mejores cualidades de estos, una característica que ayudará a reducir los decibelios que debemos soportar cada día en nuestras ciudades.

Está claro que los invidentes serán un colectivo muy a tener en cuenta, pero tal vez su protección no tendría que llegar por la vía del ruido, si no por otros sistemas como avisos sonoros al conductor e incluso la puesta en marcha de tecnologías como la desarrollada por Nissan, que evita de forma automática un atropello en caso de que el conductor no reaccione a tiempo.

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