El impacto de los supercargadores de Tesla

Hace ya unas semanas que el fabricante californiano Tesla ha comenzado uno de los proyectos más interesantes y ambiciosos de su corta existencia, la instalación de una red de puntos de recarga ultra rápidos que permitirán a los propietarios de sus vehículos recargar 240 kilómetros de autonomía extra en apenas 30 minutos.

El impacto que este tipo de infraestructuras está teniendo se sintetiza en una localización, Central Valley, a medio camino entre dos de los polos de atención más importantes de la movilidad eléctricas en las últimas décadas, Los Ángeles y San Francisco, donde Tesla ha instalado una de sus estaciones justo al lado de una gasolinera. Uno de los redactores de la revista Forbes ha tenido la oportunidad de realizar una prueba de un Model S, y de comprobar con sus propias manos la experiencia de pasar por una de estas estaciones de recarga e interactuar con los usuarios de la gasolinera vecina.

Uno de los propietarios de un SUV que ha parado a repostar en la estación de servicio se ha acercado a charlar con el conductor del Model S que estaba recargargando para realizar las típicas preguntas, cuando cuesta, cuanto corre, la autonomía…pero sin duda la pregunta que más esperada ha sido «¿y el coste de recargar» la respuesta no ha debido ser fácil de digerir al escuchar que es gratis, sobre todo cuando ha regresado a su coche y ha visto que llenar el depósito de su todocamino le ha costado más de 100 dólares.

Se trata de una situación que se repetirá en los próximos años y que sin duda es una de las mejores campañas publicitarias por parte de Tesla, no sólo de cara a la comercialización de su exitoso Model S, si no que servirá de punto educativo para la promoción de todo el sector de los coches eléctricos.

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Fuente | Forbes