Volvo V-60 plug-in ¿merece la pena?

El fabricante sueco Volvo ha lanzado una pequeña tirada de poco más de 1.000 unidades del V-60 dotado de un sistema diésel híbrido enchufable, un modelo que estará disponible en mercados como el británico, donde la diferencia con la versión diésel equivalente ascenderá a nada unos 10.000 euros, después de aplicar la ayuda al eléctrico.

Esto supone una cantidad muy elevada que hará muy complicada la venta de este modelo en el mercado general, ya que supone una diferencia muy elevada, un aspecto que tendrá que ser tratado de una forma muy espacial por Volvo para convencer a sus clientes de que merece la pena realizar el esfuerzo para lanzarse a por la versión enchufable.

Y es que con los fríos números en la mano, incluso con las elevadas tarifas de la gasolina en Inglaterra, la versión enchufable necesitará al menos 250.000 kilómetros para lograr recuperar la diferencia de precios con la versión diésel, una cantidad muy elevada que necesitará que Volvo adopte otra estrategia, y esta es enfatizar tanto la sensación de conducir en modo eléctrico, como las mejores prestaciones de esta variante.

Pero de momento las apenas 1.000 unidades que Volvo esperaba fabricar en 2013 ya han sido adjudicadas,  algo que ha animado al fabricante sueco a ampliar la producción para el 2014 a 6.000 unidades, una cifra que estamos seguros también encontrarán compradores de forma rápida, pero será después de atender las demandas de los «early adpters» o los más madrugadores, cuando Volvo sabrá si realmente el público generalista está dispuesto a afrontar ese sobre coste.

Como recordamos, el El V60 ha salido a la venta por un precio de 61.150 euros, y a cambio nos llevaremos a casa un modelo que puede circular en tres modos, eléctrico, híbrido y deportivo, siendo el modo híbrido donde el motor diésel 2.4 de 215 CV de potencia y el eléctrico, de 51 kW, trabajarán de forma conjunta para entre los dos, lograr las mejores cifras de eficiencia posible, un modo al que sacaremos el mejor partido en tramos interurbanos y que promete lograr un consumo de solamente 1.9 litros cada 100 kilómetros, con una autonomía en modo eléctrico de unos 50 kilómetros con cada carga.

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